Ricardo Lorenzetti: "No habrá distinciones ni lugar donde esconderse si el planeta explota"

"Hay un nuevo enemigo

Conciencias tranquilas o alteradas

Las cucarachas -cansadas de generar asco, de que las pisoteen y rocíen con venenos- deciden contratar a una consultora para que analice por qué, si ellas son inofensivas, si no molestan a nadie, si huyen cuando se prende la luz y no ensucian, sino que reducen los residuos, tienen tan mala prensa. Después de estudiar el caso, la consultora presenta su informe a las cucarachas. Concluye que el problema no está en la realidad, sino en su imagen. Y para demostrarlo pone el ejemplo inverso: las palomas son sucias, perjudiciales para las construcciones, ruidosas y hasta por momentos agresivas, pero logran asociarse a ideas valoradas por los humanos como la paz, la belleza y la libertad.

Este caso demuestra que algunas de nuestras ideas acerca de lo bueno o lo malo son construidas culturalmente.

Algo similar ocurrió en materia ambiental, porque hace muchos años era costumbre salir a cazar pájaros o elefantes, derrochar el agua, tirar basura en la calle; pero ahora las conductas están cambiando. Por eso es tan importante entender qué percepciones tenemos acerca del ambiente".

El fragmento es un extracto del libro "El nuevo enemigo. El colapso ambiental. Cómo evitarlo" del reconocido jurista argentino y actual juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, Ricardo Lorenzetti. En su amplio espectro de investigación, el ministro de la Corte les ha dado especial trascendencia a los temas ambientales. Este libro, presentado el pasado 24 de noviembre en el Hotel Alvear ante diversos actores de la sociedad, condensa su preocupación, su advertencia y su rigurosa interpelación sobre el dramático escenario ambiental.

"Hay un nuevo enemigo y es la catástrofe ambiental, que es necesario evitar. La crisis que estamos viviendo afecta a los ricos y los pobres, a los partidos de izquierda y a los de derecha, a jóvenes y los adultos, a los hombres y las mujeres, a los que viven en las ciudades y en los campos. No habrá distinciones ni lugar donde esconderse si el planeta explota", alerta en su obra, y vaticina: "Ya nada será igual en los años que vienen, porque habrá una gran regeneración de la naturaleza, de la economía y de las conductas humanas. Y de la gobernabilidad"

El libro editado por Sudamericana está dedicado, tal como define el propio Lorenzetti en las primeras páginas, "a explorar los indicios de una nueva narrativa que explique el estado actual del mundo".

Asimismo, el autor habla sobre la necesidad de contar con "consciencias alteradas que pretendan cambiar el mundo sin conformarse con declaraciones abstractas, destinadas a tranquilizar, pero no a transformar".

Ante un auditorio heterogéneo, la presentación de "El Nuevo Enemigo" contó con la asistencia de colegas y miembros de la Cámara Federal de Casación Penal como así también de varios jueces de Tribunales Orales Federales. La nómina de invitados abarcó desde empresarios hasta actrices como Nacha Guevara y Ana María Picchio.

Gobiernos tranquilos e impotentes

Especial mención y tratamiento tiene en la obra el rol de la política. "El dispositivo cultural que adormece a los individuos se reproduce en las acciones de gobierno ya que es políticamente correcto declarar que se desea cuidar el ambiente. Sin embargo, no hay cambios sustantivos. El resultado es una discordancia muy fuerte entre lo que se dice y lo que se hace en términos de gobernabilidad, generándose un ciclo de desconfianza generalizada cuyas consecuencias estamos viviendo", señala con contundencia el juez.

En su desarrollo, el autor hace una salvedad sobre la limitación de las medidas nacionales a un problema global como lo es la crisis climática. "Es muy difícil sacrificar el crecimiento en un país para tutelar el ambiente cuando el país vecino no lo hace y los votantes se quejan. Es inevitable incluir la crisis ambiental, sobre todo el cambio climático, dentro de la agenda global", expresa y hace mención a la "vetocracia", producto de la ineficacia de las naciones individuales y la parálisis de los gobiernos.

Mención especial tiene la "grieta argentina". Es que, en su obra, Lorenzetti hace un llamamiento a los políticos diciendo: "Los grandes temas no se pueden resolver y se trasladan porque no se mira el largo plazo, y somos muy limitados en la construcción de consensos, así como en la conducción de la diversidad. Esta situación produce ineficacia en la gestión de los asuntos del Estado y una suerte de encierro en lo inmediato. Hoy vemos a demasiados dirigentes que trabajan en lo suyo de cada día, sin tiempo para pensar en el futuro, lo que ocasiona una abrumadora desesperanza en el pueblo".

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De hecho, durante la presentación, el jurista fue contundente al advertir: "No hay grieta: el colapso ambiental afecta al que tiene dinero y al que no lo tiene, a los niños, los adolescentes, los adultos, a todas las razas y todos los géneros", y agregó: "Mientras el mundo mira al futuro, en nuestro país nos entretiene el pasado. Veo que mientras el mundo necesita unirse para enfrentar la destrucción del planeta, nosotros estamos divididos y peleando en un barco que se hunde".

Para Lorenzetti, "la crisis nos empuja", por eso en los pasajes de su obra, asegura: "La inconsciencia ciudadana y de los gobiernos no puede evitar que la realidad empuje dramáticamente hacia la búsqueda de soluciones. La calma es aparente, porque cuando sucede alguna catástrofe, todo se derrumba y aparece la fragilidad de la civilización humana"

El ministro de la Corte Suprema completa con esta obra lo que ha sido una larga trayectoria en darle lugar a lo que él mismo califica "como el máximo reto de la humanidad". Incluso, durante la pandemia, el jurista participó de un instagram live convocado por Fundación Expoterra, especializada en Derecho Ambiental, vinculando la salud humana a la salud de la naturaleza.

Durante aquel evento, el juez manifestó: "La crisis actual es el resultado de romper los límites establecidos por la naturaleza", y reflexionó: "Es un momento esencialmente histórico, que trae la oportunidad, sobre todo para la gente más joven y todos aquellos que tenemos responsabilidades, de incorporar una bandera nueva, que es la del desarrollo sostenible".