Políticos: rápidos para permitir edificios sobre humedales, lentos para dictar una ley que los proteja
A pesar de la movilización social que impulsa una norma que cuide estos refugios de vida y biodiversidad, en la Ciudad de Buenos Aires quieren construir mega torres sobre uno de estos espacios naturales.
Hace poco más de tres décadas Puerto Madero era de los peores sitios de la Ciudad de Buenos Aires. Detrás de muelles abandonados por una fallida y abandonada terminal de embarcaciones y tras un rotundo fracaso para convertirse en la Ciudad Deportiva de Boca Juniors, la vecina Costanera Sur marchaba rumbo a convertirse en un depósito gigantesco para la clasificación y separación de la basura domiciliaria.
Junto a la desembocadura del Riachuelo, uno de los diez cursos de agua más contaminados del mundo, a muy pocos políticos e inversores les interesaba el futuro de esas tierras casi inaccesibles.
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Pero, a partir de los años noventa, todo cambió. Un conjunto de rascacielos (seis de los más altos de Argentina están allí) y de negocios gastronómicos de primer nivel generaron el barrio más joven de la Reina del Plata donde el metro cuadrado puede costar hoy entre 5000 y 10.000 dólares.
Este imán para inversiones nacionales y extranjeras motivó la creación de la Corporación Madero para poder administrar las tierras. En 2021, ya no queda ni un terreno por vender. Todos quedaron en manos de grandes desarrolladores.
El Río de la Plata y el Riachuelo le marcan a este fenómeno inmobiliario límites naturales, entonces ¿cómo podrían extender esas rígidas fronteras?
En el humedal, quieren colocar mega torres (Foto: GRUPO IRSA)
Los ojos empresariales giraron hacia unas 70 hectáreas que conforman el único humedal de CABA, ubicadas junto a la Reserva Ecológica, e imaginaron construir allí un mega complejo de alta gama.
La firma argentina IRSA (Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima), dedicada a los bienes raíces, propuso erigir un conglomerado con torres de 150 metros de altura a la que se denominaría "la Dubai de Eduardo Elsztain", en referencia al mayor accionista de este holding.
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Distintas organizaciones ecologistas y defensoras del patrimonio público de la Ciudad pusieron el grito en el cielo pero no pudieron evitar que la legislatura local aprobara el proyecto.
Las organizaciones sociales, firmes en su lucha por evitar que avancen proyectos inmobiliarios en detrimento de los humedales.
Consultada por Carbono.news, Myriam Godoy, integrante del Observatorio del Derecho a la Ciudad, explicó:
"Nos oponemos a la generación de monstruos de semejante altura porque se levantarían sobre un humedal natural. Esas tierras son de dominio público conforme al mandato del artículo 8 de la Constitución de CABA. Estamos frente a un contrasentido ambiental y social. Nos robarán los vientos y el fresco que llega desde el Río de la Plata. También, nos quitarán un ambiente contiguo a la reserva ecológica. No necesitamos un nuevo Puerto Madero sobre las costas. No necesitamos más viviendas y oficinas tan lujosas como ociosas sobre la ribera. Permitir esta nueva urbanización elevará la cotización de todo el mercado inmobiliario de la ciudad. Las viviendas tendrán precios cada vez más inalcanzables. Sólo se trata de darle refugio al dinero, a las inversiones".
Por su parte, la ingeniera y ambientalista María Eva Koutsovitis detalló a Carbono News:
"Necesitamos recuperar este predio para generar un nuevo pulmón verde que permita el ingreso de los vientos y las brisas desde el río para mitigar el efecto de isla de calor urbana y afrontar en el marco de crisis climática las dos amenazas de origen natural que la ciudad enfrenta: las inundaciones y las olas de alta temperatura".
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Para proteger la biodiversidad, otra velocidad
Bajo la consigna "Humedal o Irsa", informan y convocan a la audiencia pública del 15 de octubre.
Al mismo tiempo que el único humedal de CABA se verá afectado por la deforestación de su flora, la desaparición de su fauna y el escurrimiento de sus aguas, en el Congreso de la Nación siguen "empantanados" los proyectos de ley que podrían proteger estos ecosistemas en la Argentina.
El episodio de los carpinchos en Nordelta, Tigre, sumado a los incendios en Córdoba y en el Delta del Paraná, puso en evidencia la falta de políticas públicas en este tipo de ecosistemas.
El empresario argentino presidente de IRSA, el Banco Hipotecario, y las agropecuarias Cresud y BrasilAgro
(Fuente: Eduardo Elsztain)
La Cámara de Diputados no destraba esta vieja deuda del parlamento con los indispensables pantanos litoraleños. Justicialistas, radicales, legisladores del Pro, el socialismo, la derecha y la izquierda nunca pudieron consensuar una estrategia.
Más de 380 organizaciones marcharon hasta el Congreso para exigir una ley de presupuestos mínimos pero su velocidad de avance es infinitamente menor a la que consiguen los integrantes del lobby inmobiliario.
Da la sensación de que hacen una puesta en escena, un sketch, en lugar de mostrar un compromiso real con una crisis que ya golpea a diario.
