Ciudades inteligentes
Entrevista

Gracias a los recuperadores urbanos, así es el camino del reciclaje en la ciudad de Buenos Aires

En contacto con Carbono.News, la Cooperativa Las Madreselvas, una de las 12 que hay en CABA, explicó el paso a paso de los residuos hasta su vuelta al mercado y lo que no hay que hacer para que no terminen en el CEAMSE.

"La gente sigue teniendo el mito de que todo llega al mismo lugar, pero cuando conocen la planta de tratamiento (Centro Verde de Núñez) ven que todo se separa, se clasifica, se enfarda y se vende", cuenta a Carbono.News, Melina, una promotora ambiental de 30 años que trabaja en una de las 12 cooperativas de recuperadores urbanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la Cooperativa Las Madreselvas.

"No tengo tiempo" dice que es la primera respuesta de algunos vecinos que aún hoy siguen pensando que separar los residuos no es tan importante para cuidar el ambiente. Melina es una de las 20 promotoras ambientales de esa cooperativa. Desde chica acompañaba a su mamá a cartonear por las calles, en plena crisis económica del 2001, y años más tarde, en 2014, cuando inició el programa de "Promotoras Ambientales" se incorporó formalmente a Las Madreselvas.

Foto: Sabrina Pozzi


"Mi trabajo es enseñarle a los vecinos a hacer la correcta separación de residuos, vamos tocando timbre casa por casa en la zona que abarca nuestra cooperativa, porque cada una tiene su zona. Además, damos talleres de reutilización en las plazas, damos charlas en las escuelas, en oficinas, donde nos convoquen vamos", detalla y dice que por las redes pueden contarse con ellas para coordinar la visita. "Nos seguimos formando también nosotras para mejorar el mensaje que les damos a los vecinos y a los chicos en las escuelas".

Melina señala que no es un trabajo fácil convencer a los vecinos: "Es un trabajo de lucha todos los días. Es salir y enfrentarse con el vecino que no quiere separar. Algunos no toman conciencia o no quieren, no les interesa. Hay que profundizar más el mensaje de la importancia de la separación, no alcanza solo con que pasemos nosotras. Algo está fallando, o falla la gente o fallan de allá arriba. También es un tema de costumbre".

El trabajo de "cartonear" inició con personas desocupadas debido a la crisis a principios de los 2000 que crearon un trabajo para poder sobrevivir. Gracias a su lucha, hoy su trabajo está mucho más reconocido, aunque aún falta. "A mí me re gusta. Le enseño a la gente que antes cartoneábamos sin saber que cuidábamos el ambiente y eso es un valor muy importante que le tenemos que transmitir a las personas. Yo revolviendo la basura te estaba cuidando tu ambiente y ahora no revolvemos, pero te lo juntamos lo que vos sacaste de tu casa. También uno mismo se siente bien. Es como ?wow' estamos cuidando el ambiente nosotros acá en la capital. Allá en la provincia no está implementado (no hay sistema de residuos unificado) porque nosotras vivimos en los barrios y hay basurales, aguas estancadas".

Mirá también: No es solo una botella: el problema de los residuos


Hola recuperadores y Puntos Verdes, chau "campanas verdes"

Limpios y secos. Limpios y secos es el mensaje que escuchamos una y otra vez de los recuperadores urbanos. Sin embargo, ante la falta de costumbre y de difusión sobre el tema, los contenedores verdes que se encuentran en las calles están muy lejos de ser ?verdes'. Se estima que el 70% no se puede recuperar.

Foto: Sabrina Pozzi

"Los tachos verdes ya no tendrían que existir más porque la gente ahí tira cualquier cosa", enfatiza y recalca que el accionar del gobierno porteño no ayuda: "Implementa una cosa y es medio contradictorio, porque nosotros le decimos que pasen nuestros compañeros casa por casa, pero siguen poniendo tachos verdes para que nuestros compañeros se metan ahí adentro. Es como que mucho no cambió en esa parte porque se tienen que seguir metiendo".

Foto: Sabrina Pozzi

Por su parte, Uchi, el responsable de la cooperativa en hacer el recorrido del Centro Verde de Núñez, en el que trabaja la cooperativa de Las Madreselvas, es más tajante sobre el destino del contenido de los tachos verdes: "No llega. No llega porque no recibimos ese material que ya está contaminado con otros materiales: tenemos gente laburando arriba en las cintas y se encuentran con pañales sucios, perros muertos, toallitas, de todo. No dejamos entrar más los camiones por esos motivos. Mucho olor a basura y hacer doble laburo. También, dejan escombros y otros materiales que terminan rompiendo la cinta y es caro repararla. Los Puntos Verdes y los compañeros en la calle son más confiables que el tacho verde que no llega acá. En cambio, si los dejás en buenas manos, termina llegando".

Otra promotora ambiental agrega: "Como la gente tira de todo, se contamina lo que un vecino sí separó bien y entonces se puede recuperar poco".

  Tanto en escuelas públicas como privadas, las promotoras dan talleres de separación y de reutilización, como uno para chicos sobre cómo hacer ecobilleteras. Foto: Sabrina Pozzi

Solo dos cooperativas reciben el material de los tachos verdes, el resto no quiere aceptarlos más porque casi todo es para relleno sanitario. Es por esto que por las noches los vecinos crean que "nada llega" a las cooperativas, porque ven que el camión de los húmedos (tachos negros) se lleva todo para relleno. No obstante, sí puede llegar a destino, como explicaba Melina, cuando los recuperadores urbanos se meten en las campanas para retirar el material que sirve. Es una lotería.

En este punto, Melina aclara: "Nosotras le damos prioridad a nuestros compañeros, los recuperadores urbanos, que están en todas las esquinas y los van a ver de lunes a viernes. Sino, los Puntos Verdes donde hay dos personas que corroboran que sea correcto lo que se deje".

Por eso, destaca el trabajo de las promotoras: "Nosotras pasamos y hablamos con el encargado del edificio y hacemos que tenga vínculo el encargado con el recuperador, para que arreglen en qué días pueden pasar a retirar los residuos".

En resumen, los recuperadores urbanos aconsejan tomar diferentes acciones con los residuos reciclables dependiendo de qué acceso se tenga a las distintas opciones de recolección:

1- Recuperadores urbanos: darle a ellos los residuos secos y limpios en mano. Para eso, si en tu barrio no hay promotoras ambientales que hagan la conexión, hay que contactarse con los recuperadores urbanos, ya sea para que retiren residuos de una casa, un edificio o de grandes generadores (restaurantes, locales comerciales). ¿Cómo hacerlo? El gobierno de la ciudad aconseja llamar al 147 y preguntar cuál es la cooperativa que le corresponde a tu zona para gestionar el retirado del material. Otra opción es hablar directamente con los recuperadores que veas en tu calle. Es fácil identificarlos por su uniforme que señala en qué cooperativa trabajan.

Foto: Sabrina Pozzi

2- Puntos Verdes: la segunda opción recomendada son los Puntos Verdes, ya que hay dos personas que corroboran el material antes de que llegue a las cooperativas. En estos lugares se pueden dejar botellas de amor y aceite vegetal usado.

3- Contenedores o campanas verdes: utilizarlas solo si estás de paso caminando por la calle. Por ejemplo para tirar una botella de plástico. Si querés tirarla y aún tiene contenido, lo importante es que esté bien cerrada, para que no contamine lo que dejaron otros vecinos anteriormente. Es probable que la bolsa de residuos limpios de este contenedor no pueda llegar a recuperadores y pase el camión y termine su contenido en el CEAMSE.

Para más información sobre los horarios de los Puntos Verdes y los reciclables, entrá a la página de BA Recicla.


Desde adentro: el proceso de recuperación de los residuos sólidos

Actualmente, hay 12 cooperativas en la Ciudad que dan trabajo a más de 6.500 recuperadores y recuperadoras. Las Madreselvas está compuesta por 620 trabajadores, hombres y mujeres.

Foto: Sabrina Pozzi

La planta de separación de los residuos está en el Centro Verde de Núñez y allí el circuito es:

1- llegan los camiones con el material reciclable

Foto: Sabrina Pozzi

2- se pesa su contenido

3- se suben los materiales a la cinta

Foto: Sabrina Pozzi

4- los recuperadores urbanos que se encuentran en ella comienzan a separar los residuos (cada uno tiene una asignado un material en particular)

Foto: Sabrina Pozzi

5- cada material se deposita en bolsones

Foto: Sabrina Pozzi

6- se vuelca su contenido en la máquina prensadora

7- el contenido compactado se enfarda

Foto: Sabrina Pozzi

8- se vende a empresas que, con esos materiales, generan nuevos productos

Además, en el Centro cuentan con una huerta y talleres productivos en los que trabajan las personas con más edad que ya no pueden tirar de los carros como se hacía antes de la llegada de los camiones (ahora quienes están con los carros son trabajadores informales que no pueden entrar a trabajar a las cooperativas porque el gobierno dice que no hay más cupos, por eso, terminan vendiendo los residuos por su parte, pero reciben mucho menos plata por parte de las empresas que las cooperativas). Estos talleres también sirven para las personas que están atravesando alguna enfermedad prolongada que le impide estar en las calles.

Foto: Sabrina Pozzi

El Centro está disponible para ser visitado por el público.


¿En qué productos se convierten los residuos?

Algunos productos en los que se convierten los residuos, tal como detalla una promotora, son:

  • buzos de polar: con 40 botellas PET

  • paneles que reemplazan el durlock: con tetrabricks

  • sillas

  • escobas y palas

  • billeteras, cartucheras, mochilas

  • madera plástica que se utilizan para los juegos para niños en los parques y los bancos: con el material de las botellas de amor

  • alambres y alambrados de PET inoxidables

  • llantas de bicicletas: con 80 latitas

  • chapas bioclimáticas

Foto: Sabrina Pozzi

Son varias las empresas que les compran los residuos compactados a las cooperativas para generar estos nuevos materiales

Foto: Sabrina Pozzi

Foto: Sabrina Pozzi

En conclusión, Melina dice: "Estaría bueno que también la gente piense que lo único que tendría que llegar al relleno sanitario sería lo del baño, como pañales y toallitas. Es lo que queremos lograr (haciendo hincapié en la importancia también del compostaje). Todavía cuesta, pero la gente de a poco nos va conociendo, conociendo nuestra historia: todo lo que logramos, desde dónde venimos. Cuando nos escuchan contar a nosotras la charla en primera persona es como que ¡fa! la impactaste contando que atrás del material reciclable hay personas trabajando. Este circuito nunca se va a terminar porque hay familias detrás".


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