Cuando el Arte promueve la Conciencia Ambiental

En el día de la celebración de la Educación Ambiental, cabe resaltar que el arte es sinónimo de creatividad y, por consiguiente, importante para desarrollar habilidades y conocimientos, fortalecer el aprendizaje y poner en valor la experiencia. También sirve para conservar el patrimonio natural, cultural y ambiental de un pueblo, transmitirlo de generación en generación, apelando a nuestros sentidos, emociones y a nuestra  facultad de pensar y reflexionar. Sin temor a equivocarnos, se transforma en un excelente promotor de la educación y la creación de conciencia ambiental, veamos ¿por qué? y ¿cómo?

En su libro "El Arte en la Nueva Era", el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière nos dice: "El arte surge de la necesidad del hombre de crear para sí, de proyectar en formas más permanentes esas preciosas partes de su experiencia como un mundo de significado y de valor que descansa bajo un rastro absolutamente privativo del hombre: la capacidad para el simbolismo ya que, mediante los símbolos, el hombre primitivo podía escapar a la torpe materialidad, como ahora a la abrumadora multiplicidad del mundo inmediato".

Abrumadora multiplicidad de agresiones, contaminación y depredación que el insostenible, irracional y voraz modelo económico extractivista y alienante imperante, le está infligiendo a la vida en todas sus dimensiones. Y es, ante esta cruda realidad, que el arte puede erguirse en docente, facilitador y promotor de una toma de conciencia necesaria e indispensable.

Porque "el arte tiene el poder de la instauración y constituye una fuerza y potencialidad del saber", tal como nos clarifica el Dr. David Juan Ferriz Olivares, y a la vez "el arte es una especie de innata unidad que se apodera de un ser humano y lo convierte en su instrumento" al decir del Dr. Carl Gustav Jung. 

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Saberes que nos iluminan si repasamos el rico historial de sensibilizaciones, concienciación y formación por el resguardo, protección y mejoramiento de la vida, que el arte en tiempos más o menos cercanos, puede demostrarnos.

Live Aid

Fueron dos conciertos organizados por los músicos Bob Geldof, y Midge Ure, realizados el 13 de julio de 1985 para recaudar fondos en beneficio de Etiopía y Somalia que atravesaban paupérrimas condiciones de hambrunas producto de terribles sequías y múltiples conflictos socioambientales. 

Simultáneamente, en el Estadio Wembley de Londres (Reino Unido) y en el John F. Kennedy Stadium de Filadelfia (USA), Paul Mc Cartney, Elton John, Phil Collins, David Bowie, Eric Clapton, Sting, Queen, Robert Plant, David Gilmour, Keith Richards y Mick Jagger, U2, The Who, Dire Straits, Carlos Santana, Joan Báez, Tina Turner, Stevie Wonder, Crosby, Still, Nash and Young y The Beach Boys, entre tantos otros, subieron a uno de los dos escenarios para poner su granito de arena contra el hambre... se diría que aquel día no faltó ni una sola deidad del pop y el rock.

Un gran éxito en la historia demostró que la música podía crear conciencia y ayudar a la gente de África. Recaudó más de 150 millones de libras esterlinas y fue uno de los eventos musicales más vistos en todo el mundo (se transmitió por TV a más de 100 países y lo vieron más de 1.500 millones de personas). Por ello, el 13 de julio fue declarado Día Mundial del Rock.

Sinfonía Trópico

Creada y dirigida por la ambientalista alemana Dra. Charlotte Streck y el artista audiovisual irlandés Lillevan, en 2014, es una plataforma de artes y ciencias enfocada en la conservación y protección de la biodiversidad. Recorre distintas regiones de Colombia: Andina, Caribe, Amazonía, Pacífico y Orinoquia, facilitando encuentros entre artistas y científicos nacionales e internacionales con jóvenes locales con el objetivo de promover el intercambio de saberes, fortalecer una identidad colectiva asociada a la biodiversidad, celebrar su entorno y alertar sobre los peligros de su destrucción. 

Cuenta con un equipo interdisciplinario que trabaja con comunidades e individuos que tienen historias de conflictos y degradación ambiental en la exploración de nuevos caminos de desarrollo a través de métodos artísticos y experiencias colaborativas. 

Por medio del arte, busca transformar conflictos en oportunidades de manera creativa, conjugando conocimientos locales con ideas innovadoras que se materializan en festivales y proyectos artísticos, en diálogo con el ambiente, y en residencias artísticas e intercambios de saberes.

Orquesta de instrumentos reciclados de Cateura 

Dirigida por Favio Chávez, fue fundada en 2007. Está conformada por jóvenes y niños que viven en las cercanías del vertedero de Cateura, el principal y más grande vertedero de Asunción, Paraguay. Utilizan en sus interpretaciones instrumentos reciclados, fabricados a partir de residuos sólidos domiciliarios. El objetivo de este colectivo es la formación e integración de niños y jóvenes en riesgo de exclusión social abordando la música como generadora de oportunidades y la cultura como un derecho humano a la vez que se los inicia en el respeto por el ambiente, la educación ambiental y se les transmite valores y afán de superación. 

"El mundo nos envía basura, nosotros le devolvemos música", sintetiza Favio Chávez. Hoy en día, son 160 niños de Cateura y los amigos que estudian música con Favio, de los cuales 40 participan activamente en la Orquesta de Cateura. Desde los 4 años, los niños pueden estudiar música en el estudio de Cateura y, a partir de los 11 años, tienen la posibilidad de formar parte de la orquesta. Además de contar con muchos estudiantes, cuenta con voluntarios de otros países del mundo que se han unido a la causa de enseñar música a los niños.

Canciones urgentes para mi tierra 

En defensa del ambiente e impulsados por el maestro de música, compositor y profesor de Psicología y Ciencias de la Educación Ramiro Lezcano, un grupo de alumnos de distintas escuelas rurales del sudeste de Córdoba y el sudoeste de Santa Fe comenzaron un proyecto que hoy superó todas las expectativas. Alentados por su "profe" a reflexionar sobre las múltiples y acuciantes problemáticas ambientales con las que conviven y plasmarlas en canciones, el entusiasmo se transformó en un boomerang que dio vueltas al mundo.

Es un proyecto artístico-educativo con eje en la música y el arte. Propone una herramienta para abordar la problemática ambiental vinculando a los alumnos de escuelas rurales argentinas con artistas de Latinoamérica, sirviendo a la vez como puente generacional para la toma de conciencia. Estas canciones para cantar, sentir y pensar, creadas e interpretadas por niños de escuelas rurales se graban con grandes músicos. 

De la observación, el estudiar y la preocupación por las fumigaciones con agrotóxicos, la contaminación y los desmontes, aparecieron tanto la poesía, como la música con un fin claro: concientizar. Los chicos y las chicas de esas escuelas rurales empezaron a soñar con cantar junto a esos artistas que Lezcano les hacía escuchar en sus clases. Y así, con mucha convicción y la ayuda de Internet, el maestro empezó a trabajar en los temas y a enviar la propuesta, logrando que se fueran sumando músicos e intérpretes como Pablo Milanés, León Gieco, Rubén Blades, Hilda Lizarazu, Víctor Heredia, Juan Carlos Baglietto, Lito Vitale, Abel Pintos, Teresa Parodi, Rubén Rada y también la Mona Jiménez, Marcelo Moura, Leo García, Joaquín Levinton, Hugo Fattoruso, Billy Bond, Claudio Gabis, Claudia Puyó y muchos más, que hoy se cuentan por cientos.

Con una diversidad de géneros que van desde la chacarera al punk, desde el blues al carnavalito, desde la zamba al hardrock, le aportan al proyecto diversidad y pluralidad.

Juntos les dan vida a más de 30 temas (divididos en el Disco Naranja y el Disco Verde) creados por escuelas de localidades como Marcos Juárez, Leones, Monte Leña y San Marcos sud y en los que participan alumnos y alumnas de otras tantas instituciones rurales invitadas, junto a este verdadero seleccionado de artistas. Acompañan al proyecto videos, fotos y hermosos dibujos gracias a la cooperación de otros artistas. 

Se viene una segunda etapa que proyecta más canciones, más escuelas de otras provincias y un documental sobre este enorme e inspirador trabajo.

Nos quedamos reflexionando al compás de la poesía y la música de Luis Alberto Spinetta y Fito Páez: "¿Quién resistirá cuando el arte ataque?"