Chubut, tras la derogación de la zonificación minera: "Fue una montaña rusa, pasamos del estupor a la alegría", dicen los asambleístas

En una sesión virtual, la Legislatura de Chubut aprobó de manera unánime el proyecto del gobernador Mariano Arcioni que derogó la ley de zonificación minera. La controvertida norma estuvo en vigencia apenas seis días, ya que el malestar de esta provincia patagónica pudo cambiar el rumbo gracias a las decenas de marchas, vigilias y cortes de ruta, que se desataron en las primeras horas.

Las asambleas populares de Comodoro Rivadavia, Trelew, Rawson y Esquel encabezaron la movida acorralando, en menos de una semana, al gobernador y a sus aliados políticos.

Los legisladores no se animaron a hacerse presentes hoy en el recinto de Rawson ya que, según admitieron, "no estaban dadas las condiciones edilicias ni de seguridad para asistir a una tarea legislativa normal" y por eso sesionaron de manera virtual.

Arcioni había anunciado el lunes, a través de Twitter, que impulsaría la derogación y convocaría a un plebiscito provincial para "escuchar todas las voces". Sin embargo, ante la ira popular, debió dejar de lado esa idea. Al menos, hasta ahora no hay nada oficial.

Consultada por Carbono.news, la profesora Nilda Bulzomi, una de las integrantes del movimiento "No a la mina" de Esquel, expresó: "Hemos vivido una semana histórica de protestas. Fueron jornadas magníficas, producto del desgobierno y la degradación política que existe en Chubut".

Y agregó: "La primera contaminación que producen las mineras es la institucional. El Poder Ejecutivo y la Legislatura forzaron una ley absolutamente resistida que se aprobó a escondidas en una reunión exprés. La respuesta del pueblo no se hizo esperar y salimos masivamente a las calles".

Además contó cómo le hicieron frente a la represión policial: "A la represión desproporcionada y alevosa de la policía le respondimos con más y más gente. No nos amedrentaron. Les ganamos la pulseada y tuvieron que derogar la norma. Esto fue una montaña rusa de emociones. Pasamos del estupor a la alegría en apenas seis días", dijo.

Para los asambleístas, significó la oportunidad de recuperar la calma y de juntar fuerzas para un nuevo duelo: van a pedir el juicio político y destitución del actual gobernador.

Desde Buenos Aires, la propia Casa Rosada (alineada políticamente con Arcioni e impulsora de la megaminería en Chubut) quiso evitar una acción represiva aún peor en las arterias patagónicas ya que las consecuencias de un endurecimiento se habrían tornado imprevisibles. Las autoridades locales debieron desplazar a tres jefes de las fuerzas del orden por los excesos cometidos.

Mirá también: "Chubut, 18 años de lucha: "La megaminería no tiene licencia social""

La licenciada en Ciencias Naturales e integrante de "No a la Mina", Cristina "Titi" Agüero, explicó a Carbono News: "Nosotros queríamos la derogación lisa y llana. El plebiscito se había dado ya en las calles. No hacía falta gastar plata porque la opinión de los chubutenses era muy clara. Las ciudades marcharon y obturaron las rutas nacionales 3 y 40. Las localidades de mayor población ya estaban aisladas. La mayoría de los diputados que votaron a favor de la zonificación se dieron vuelta en el aire y dijeron que modificaban su decisión en pos de lograr la paz social".

La labor de las redes sociales y de los medios digitales fue decisiva para fogonear un levantamiento popular que se hizo por fuera de los partidos políticos, de las organizaciones sindicales (que apoyaron claramente a Arcioni) y de los medios tradicionales que trataron de mostrar una suerte de equidistancia a lo largo del explosivo conflicto.