Salud y alimentación
Prácticas higiénicas sostenibles

Día Internacional de la Gestión Menstrual

Muchas veces cuando hablamos de métodos de gestión menstrual sostenibles, la temática plantea resistencia. A pesar de los muchos avances, nos sigue costando hablar con naturalidad sobre menstruación, abrir el debate y cuestionarnos lo que venimos haciendo para encontrar nuevas alternativas que resulten mejores para el planeta y para nuestros cuerpos.

Abogada y diplomada en el Programa de actualización de Políticas Públicas y Cambio Climático. Autora del libro "Una vida sustentable"

El 28 de mayo es el Día de la Higiene Menstrual, pero aprovechamos para celebrar el Día de la Gestión Menstrual Sostenible. ¿Qué significa esto? "Hace referencia a las prácticas de cuidado e higiene para aquellas personas que tienen su menstruación, en la que se propone incorporar una mirada social, económica y ambiental a la hora de elegir aquellos productos utilizados durante la menstruación", conforme surge de la nota "¿Por qué cambiar a una gestión menstrual sostenible?" elaborada por la Asociación Civil Presérvate en colaboración con Unplastify.

En enero del 2003 usé mi primera toallita descartable. Mi menstruación duró alrededor de 6 días. Por día usaba, aproximadamente, 3 toallitas descartables. Eso quiere decir que, en mi primera menstruación, usé 18 toallitas descartables. Esas 18 toallitas, que usé hace 20 años, siguen existiendo y lo van a seguir haciendo por cientos de años, ya que se calcula que pueden tardar 800 años en desaparecer. Seguirán existiendo incluso después de que yo deje de habitar este planeta. No se verán como se veían cuando las compré, ni como estaban apenas las descarté, pero muchas de sus partes aún existen. 

¿Cuál es el impacto ambiental de los métodos de gestión menstrual descartables?

Según la nota mencionada "Solo en Argentina se usan y descartan 3.5 mil millones de unidades por año de tampones y toallas higiénicas descartables según la elección de productos de cada persona". "Esto genera más de 132 mil toneladas de basura anuales, es decir, plásticos que no son reciclables ni biodegradables"... "lo que equivale al peso de 758 aviones".

A su vez, según el artículo "Cómo tampones, toallitas y protectores se volvieron tan poco sustentables", publicado por National Geographic "Solo en 2018, se  compraron 5,8 mil millones de tampones en Estados Unidos, y, en el transcurso de su vida, una persona que menstrúa usará entre 5 mil y 15 mil toallas, protectores y tampones, y la gran mayoría de estos productos irá a parar a los basureros como basura plástica".

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En esta misma línea, el artículo "Unas horas de uso y muchos años para degradarse: la vida (y las incógnitas) de un tampón", publicado por el diario El País, expone: "Al ser desechables, los tampones no pueden reciclarse, y terminan en vertederos, incineradoras o en ecosistemas terrestres y acuáticos porque un 80% son tirados por el retrete. Esto explica que sean el quinto plástico de un solo uso encontrado con más frecuencia en las playas, según datos del Parlamento Europeo."

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¿Cómo desvincular la menstruación de la contaminación?

Afortunadamente, cada día van tomando más popularidad los métodos de gestión menstrual reutilizables. Poco a poco, más personas se animan a cuestionar lo aprendido y a darle una oportunidad a otras alternativas. Otorgarle un espacio a la difusión de estos métodos es quitar de las sombras todo lo relativo a la menstruación, es de a poco liberarla de la connotación negativa, los sentimientos de vergüenza y pudor que la rodean, para entenderla como un proceso natural, que es parte de nuestras vidas.

Algunos métodos de gestión menstrual sostenibles:

- Las toallitas reutilizables :¿Cómo funcionan? Igual que las descartables, solo que en lugar de tirarlas a la basura una vez que se manchan, hay que lavarlas. Hay distintos formatos: toallitas nocturnas, para vedetina, tipo cola-less, protectores diarios, etc. El método por excelencia para el lavado es usando agua oxigenada: se trata la mancha fresca con agua oxigenada y después se enjuaga con agua fría. Otra alternativa es (siempre con agua fría), dejarla en remojo varias horas con jabón blanco. Otro producto que puede ayudar es agregar al agua de remojo bicarbonato de sodio. Es importante aclarar que tal vez la tela no vuelva a quedarte absolutamente blanca, pero la tela manchada o teñida no significa que esté sucia. Una toallita de tela que conserva cierta coloración a pesar de los lavados sigue siendo funcional e higiénica. 

Fuente: Unsplash

Uno de los motivos por los cuales es recomendable el uso de toallitas reutilizables frente a las descartables es porque de esa manera disminuimos la cantidad de plástico y algodón que tiramos a la basura y ahorramos los valiosos recursos que se utilizan para su producción y traslado. Hay que recordar que todo lo que se produce tiene un impacto ambiental en nuestro planeta. Si bien tanto las toallitas descartables como las reutilizables requirieron de la extracción de recursos para ser fabricadas, siempre es preferible optar por la alternativa reutilizable y, en consecuencia, evitar el uso de algo que está hecho para durar solo algunas horas.

Por otra parte, al utilizar métodos de gestión menstrual reutilizables, gastamos menos dinero, ya que las toallitas de tela, bien cuidadas pueden durar 4 años o más.

Finalmente, nuestro cuerpo también se ve beneficiado por el cambio, ya que está comprobada la presencia de agrotóxicos en toallitas y tampones descartables, sustancia que fue definida por la Organización Mundial de la Salud como "probablemente cancerígena". Respecto de los tampones: "Si hoy diseccionamos uno convencional, encontramos principalmente algodón y plástico: polímeros como el poliéster o el polietileno, poliacrilatos superabsorbentes, perfumes, celulosas procesadas químicamente como la viscosa o rayón y algodón, en su mayoría no orgánico, tratado con herbicidas y pesticidas." 

- La bombacha absorbente: Este método viene ganando adhesión entre quienes eligen dejar de usar toallitas descartables y tampones. Es un método que hasta hace poco solo se conseguía en el exterior, pero hace algún tiempo empezaron a aparecer emprendimientos en Argentina que ofrecen esta alternativa. Son bombachas hechas con una tela más absorbente que cumple el rol de las toallitas reutilizables. Por lo tanto, solo es cuestión de lavarla después de cada uso. 

Foto: Freeling

- La copa menstrual: La copa menstrual es un método de gestión menstrual que se presenta como seguro y cómodo, elegido cada vez por más personas que aseguran que les resulta práctico, que no filtra, dura entre 8 y 10 horas sin recambio (según la marca) y se limpia con facilidad. 

Además, otra de las grandes ventajas es que, si bien al momento de la compra la inversión es mayor, una buena copa menstrual puede durar entre 5 y 10 años.

Respecto a los materiales, debe estar hecha de silicona quirúrgica, inofensiva para nuestro cuerpo. En este sentido, cabe retomar lo mencionado respecto al glifosato en el punto anterior. No son pocas las personas que reconocen que en los últimos años las toallitas descartables les generan picazón e inflamación. Asimismo, ya hemos escuchado de casos de síndrome de shock tóxico, asociado muchas veces al uso de tampones, síndrome que puede tener consecuencias letales para la persona que lo atraviesa.

Fuente: Unsplash

En conclusión, los métodos de gestión menstrual sustentables no solamente vienen a plantear una alternativa para generar menos residuos, sino también para cuidar nuestra salud y nuestro bolsillo, ya que en términos económicos, si bien la inversión inicial es más alta (hoy en día ronda entre los $ 2500 y los $4500), en el mediano plazo se recupera. "Dependiendo de cuánto menstrúe cada mujer y de sus hábitos, puede ahorrar una cantidad razonable de dinero. Es decir, inclusive si consideramos el precio más caro del mercado de copas menstruales y el gasto mínimo que tenemos mes a mes con los métodos tradicionales, en menos de 12 meses amortizamos la compra, con lo que, según la certificación por la cual nos guiemos, se nos garantizan entre 4 y 9 años de pura ganancia", explica el portal Ecofeminita en el artículo "¿Cuánto cuesta menstruar?".

Si bien pensar en estos cambios y en el esfuerzo que implica abandonar lo conocido puede ser abrumador, recordemos que cada pequeño cambio es fundamental para luchar contra el problema de la basura


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