Las selvas de noreste de Argentina albergaban cientos de guacamayos rojos 150 años atrás. Luego, la especie se extinguió en el país debido a la caza y al avance de la explotación agrícola ganadera. Gracias a un proyecto iniciado por la Fundación Rewilding Argentina, la provincia de Corrientes y otras organizaciones para reintroducir a esta especie en el Parque Iberá, nacieron los primeros pichones de estas aves.
Es la primera vez que una especie extinta sería devuelta a la naturaleza en el país (Foto: Rewilding Argentina)
Una pareja de guacamayos rojos, Nioky y Sopa, dio vida a los primeros tres pichones silvestres en libertad. Uno de ellos falleció ya que fue alimentado con semillas de girasol.
Desde Rewilding aseguraron que las aves están volviendo a cumplir su rol ecológico de "creador de bosques" ya que necesitaban un nacimiento para confirmar su exitoso regreso. La iniciativa surgió en 2015 y al poco tiempo se sumó la Administración de Parques Nacionales.
Los animales que fueron devueltos a su hábitat natural provenían de donaciones de particulares, zoológicos y centros de rescate de fauna. El proceso fue difícil y tomó mucho tiempo porque debían aprender a vivir su nueva vida: pasar del cautiverio a la libertad. Eso implicó adaptarse, aprender a volar, saber evadir a los depredadores y buscar e ingerir frutos nativos.
Foto: Rewilding Argentina
Los flamantes papás, Nioky y Sopa. (Foto: Rewilding Argentina)
Gracias al trabajo de los expertos, ya hay varias parejas en el Iberá. Muchas de ellas también visitan los pueblos cercanos, como Ituzaingó, Apipé, Loreto y Villa Olivari.
Estos primeros pichones se encuentran vigilados para poder cuidarlos y aprender en esta nueva etapa.
En Brasil y Colombia, proyectos de bonos de carbono dejaron en evidencia quiénes ganan y pierden con este mercado. En Colombia, una iniciativa que prometía proteger la selva amazónica nunca cumplió sus objetivos y defraudó a la comunidad. En Brasil, un proyecto que siembra eucaliptos y comercializa créditos de carbono repite un modelo de monocultivo que afecta el agua de toda una población.
América Latina busca posicionarse como proveedora de créditos de carbono a través de acuerdos bajo el Artículo 6 del Acuerdo de París. Pero sin una estrategia clara de largo plazo, expertos advierten que la región podría terminar vendiendo reducciones de emisiones que necesitará en el futuro. Mientras algunos avanzan con un marco regulatorio, otros países lo hacen sin brújula, en un mercado aún marcado por la desregulación y el riesgo de exclusión de comunidades locales.
Proyectos de créditos de carbono en Paraguay y Colombia usan pesticidas perjudiciales, como glifosato y fipronil, en cultivos de especies exóticas. En Paraguay, Apple es una de las empresas beneficiadas en un proyecto que expone a niños a estos tóxicos, y en Colombia se pone en riesgo de contaminación a un río protegido.