El Gobierno necesita 100.000 durmientes para vías: ¿Es posible conseguirlos sin talar quebrachos?

El gobierno nacional llamó a través del Ministerio de Transporte a una Licitación Pública para la adquisición de 100.000 durmientes de madera de quebracho para el mantenimiento de vías de Ferrocarriles Argentinos. El problema es que esta especie arbórea nativa es una de las más amenazadas y el país debe frenar su deforestación. Entonces, ¿cuáles son las alternativas que cuidan al ambiente y ayudan a mejorar el transporte, al mismo tiempo?

Para la Asociación Argentina de Abogados y Abogados Ambientalistas (AAdeAA), esta licitación, es "escandalosa" y "millonaria" ya que las cotizaciones que presentaron las empresas para los durmientes rondan los 350 y 500 millones de pesos.

El quebracho es un árbol nativo y según la ley 26331, que establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos, y de los servicios ambientales que estos brindan a la sociedad, debe ser protegido. Para conseguir esos durmientes, está claro que es "una cantidad significativa de árboles" que se requieren deforestar, dijo a Carbono News el integrante de AAdeAA, Lucas Micheloud.

"Esta licitación representa una vuelta a los tiempos de la forestal, proceso extractivo que explotó los bosques de quebracho en el norte argentino a finales del siglo XIX y primera mitad del XX. Se trata de una licitación típica del siglo pasado, absolutamente anacrónica, y desaprensiva del colapso ecológico", comunicaron desde la Asociación.

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"No solo que no es necesario que se talen árboles que forman parte de bosques nativos, sino que debería estar prohibido directamente todo tipo de licitación que afecte o comprometa madera proveniente de bosques nativos", afirmó el abogado. Desde 1998, el quebracho es una de las especies amenazadas de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Además, desde la organización, le solicitaron al Ministerio de Transporte que informe si se hizo una evaluación de impacto ambiental y una evaluación estratégica ambiental. También, le preguntaron al Ministerio de Ambiente si tiene conocimiento de esta Licitación y cuál ha sido su intervención al respecto.

Los Abogados también hicieron un pedido de Acceso a la Información Pública ante ambos ministerios, y consultaron:

   Si se realizaron audiencias públicas u otros proceso de participación ciudadana para esta licitación.

   La forma de participación de las áreas ambientales competentes (provinciales y municipales) desde donde provendría la madera extraída de bosques nativos.

   Los procedimientos y/o métodos para verificar la trazabilidad de los durmientes en lo que respecta a la extracción forestal en el marco de la ley N° 26.331 de Bosques Nativos.

   Los fundamentos o razones suficientes para licitar durmientes de madera nativa, en lugar de durmientes de cemento.

Inclusive, presentaron una Queja ante la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, no obtuvieron respuestas de ningún organismo: "Ni los ministerios ni la Defensoría han contestado nada aún", dijo Micheloud.

"Desde nuestra asociación observamos que el objeto de la presente licitación se aparta y contradice con las principales investigaciones científicas, académicas y sociales en materia de deforestación y cambio climático. Como está planteada, la licitación que cuestionamos, incumple la normativa de derecho federal, constitucional y convencional en materia ambiental, en cabeza del estado nacional", informaron desde la AAdeAA.

"No desconocemos ni nos oponemos al mantenimiento de las vías del sistema ferroviario que es necesario, sino que esto sea en desmedro de los últimos bosques nativos que quedan en nuestro país", aclaró Micheloud. Y agregó: "Digo esto para romper cualquier falsa dicotomía entre desarrollo y ambiente".

¿Y la ley de Bosques?

Para Micheloud, esta licitación por parte del Gobierno podría ser ilegal si se tiene en cuenta la Ley de Bosques.

"Esta ley lo que precisa es que cada provincia haga un relevamiento en su territorio del estado de los bosques nativos, lo que se denomina un ordenamiento territorial, y tienen un plazo determinado para hacer el inventario, y a partir de ahí, diseñar todas las políticas públicas de prevención, fomento y restauración. Hay provincias como Chaco que están en infracción, en mora, porque todavía no ha hecho el ordenamiento y, por lo tanto, en alguna medida, llevar adelante procesos extractivos forestales en territorios o provincias que aún no se hayan aggiornado o cumplimentado lo que dispone la ley de bosques, lo puede poner en manifiesta ilegalidad", explicó.

Pero agregó que esta ley está "absolutamente desfinanciada" y que el presupuesto asignado para este año es el "4,8% del total que debería tener". Por ese motivo, cree que difícilmente se pueda exigir un plan de reforestación a las zonas que se vayan a desmontar ya sean legales o ilegales.

"Estamos atravesando una auténtica emergencia a nivel ecológico, específicamente a nivel climático, forestal y que a su vez compromete la biodiversidad de nuestros territorios. La emergencia forestal, específicamente, fue advertida en 2014 por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), que adjudica a nuestro país el 4,3% de la deforestación global y que en la última década fue la principal fuente de emisiones de carbono del norte argentino", detallaron desde la Asociación.

Las alternativas ecológicas, con impacto positivo para el ambiente y la economía

Para Micheloud, existen otras opciones de durmientes que son más ecológicos: los de cemento, de madera no nativa que pueda ser reforestada, y los de materiales compuestos, como plástico reciclado.

En la elección de qué es lo que conviene, para el abogado no solo es importante la parte económica. "El cemento es más estable a niveles técnicos, requiere un bajo mantenimiento, logra una mejor precisión para el acercamiento de las vías, genera mayor seguridad, menor vibración y ruido, y conviene económicamente", aseguró.

Por otro lado, si se eligen durmientes de madera, esta tiene que tener "un criterio de sustentabilidad con una correcta trazabilidad y monitoreos estrictos ambientales que provengan de planes de reforestaciones específicos". Y agregó que estos desmontes solo se deberían hacer en zonas habilitadas por la ley de bosques.

El gerente técnico de Ecoplas -una asociación civil sin fines de lucro especializada en plásticos y medio ambiente- Mario Tonelli, contó a Carbono News que los beneficios de usar durmientes de plástico reciclado tienen aspectos ambientales y funcionales:

Ambientales:

   Para su producción se pueden utilizar como materia prima los plásticos provenientes de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) y disminuir la cantidad de basura en los rellenos sanitarios.

   Para su fabricación, pueden usarse materiales post consumo provenientes de: botellas de PEAD -polietileno de alta densidad- como lavandina, shampoo, productos de limpieza, bidones de fitosanitarios y bolsas de PEAD, entre otros; y de Polipropileno (PP): como sillas, mesas, film de PP y rafia. Un durmiente equivale a reciclar aproximadamente 1800 botellas de polietileno.

   Esto implica dar trabajo a muchas plantas de la Industria Recicladora dado que es una industria mano de obra intensiva y también a las cooperativas sociales que recolectan, separan y enfardan los plásticos.

   Pueden ser reciclados después de su vida útil.

   Hay enorme disposición de materia prima.

   Tienen baja huella de carbono.

   Tiene un doble impacto ambiental positivo, por un lado, el reciclado de los residuos plásticos y por el otro, la reducción de la tala de árboles. Además de una acción de triple impacto: económico, social y ambiental.

Funcionales:

   Tienen características muy semejantes a los de la madera y pueden reemplazarlos con la ventaja que pueden intercalarse con los de madera dañada.

   Son ideales para puentes por su bajo peso y absorción de vibraciones.

   Se calcula que su vida operativa alcanza los 50 años, entre 20 y 30 más que los tradicionales de madera dura.

   Para instalar durmientes de plástico reciclado se usan las mismas herramientas que para instalar los durmientes de madera.

"Las ventajas económicas deben calcularse a lo largo de toda la vida útil del durmiente, los de plásticos duran mucho más que los de madera dura. Necesitan menos mantenimiento porque no son atacados por insectos, agua, roedores, etc. lo que significa mayor rendimiento. Por esta razón en muchos países del mundo se han adoptado con éxito", explicó Tonelli.

Y agregó: "Los durmientes de madera no pueden recuperarse al final de su vida útil, no son reciclables".

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Además, señaló que ya está en vigencia desde el mes anterior -gracias al trabajo de Ecoplas en su redacción desde 2018- la Norma IRAM 1610 que permite al gobierno llamar a licitaciones a empresas que propongan durmientes sintéticos, como de plástico reciclado "que cumplan con ella como una opción viable a las maderas duras de árboles nativos".

Las alternativas ecológicas están presentes en el país y son asequibles, es cuestión de voluntad por parte del Gobierno para cambiar a rumbos más sustentables y a un verdadero desarrollo económico.