Las poblaciones de aves tropicales se han reducido en un tercio desde 1980, en comparación con un mundo sin cambio climático
Un nuevo estudio publicado en Nature Ecology & Evolution aporta una de las evidencias más sólidas hasta la fecha sobre el impacto directo del cambio climático en la biodiversidad tropical.
Las poblaciones de aves en los trópicos han disminuido aproximadamente un tercio (entre un 25 % y un 38 %) desde 1980 debido al aumento de las olas de calor, en comparación con un mundo sin cambio climático, y algunas especies han visto reducida su abundancia en más de un 50 %, según un nuevo estudio publicado en Nature Ecology and Evolution con contribuciones del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (Potsdam Institute for Climate Impact Research, PIK), la Universidad de Queensland y el Barcelona Supercomputing Center (BSC).
Guacamayo Jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus), también conocido como Guacamayo Azul. Es el loro volador más grande del mundo, con un plumaje azul cobalto, acentos amarillos alrededor de los ojos y el pico, y un pico negro fuerte. Es nativo de América del Sur central y oriental, habitando en selvas ribereñas, pantanos de palmeras y la región del Pantanal. Se alimenta principalmente de nueces, semillas y frutas como mangos, plátanos, manzanas y cocos. Está clasificado como vulnerable en la Lista Roja de la UICN, principalmente debido a la pérdida de hábitat y el comercio ilegal. Imagen de ligiera en Pixabay
"Es una disminución asombrosa. Las aves son especialmente sensibles a la deshidratación y al estrés térmico. El calor extremo provoca un exceso de mortalidad, una reducción de la fertilidad, cambios en los comportamientos reproductivos y una menor supervivencia de las crías", comentó el autor principal, Maximilian Kotz, investigador invitado en PIK e investigador del BSC. Según el informe, hoy en día las aves tropicales están expuestas a condiciones de calor extremo diez veces superiores a las de hace cuarenta años.
El estudio combina datos observados con modelos para identificar los efectos del cambio climático en las poblaciones de aves de todo el mundo, centrándose en el calor y las precipitaciones. Los mayores descensos en el número de aves se produjeron en los trópicos, pero casi todas las regiones informaron de una disminución de la abundancia de la población, siendo el calor extremo el factor que más influyó en dicha disminución.
Esta caída masiva, que ha pasado en gran parte desapercibida, tiene un epicentro claro: América Latina.
¿Por qué esto importa para nuestra región?
La Amazonía, la Mata Atlántica, los bosques secos tropicales de México, los Andes y Centroamérica concentran algunas de las mayores riquezas de aves del mundo. Son también los lugares donde más se están intensificando los eventos de calor extremo.
En promedio, los días de calor extremo aumentaron de 3 a 30 al año en las zonas tropicales desde 1980. Para muchas aves, eso significa cruzar los límites fisiológicos de supervivencia: menos crías, más mortalidad, menos posibilidad de adaptación.
"El aumento de las temperaturas está expulsando a las especies de los hábitats a los que se han adaptado de forma natural, y en muy poco tiempo", añadió Kotz.
Tangara desmaresti, también conocida como tángara de pecho bronceado. Se distribuye por una faja oriental de Brasil, desde el sur de Espirito Santo y sureste de hasta el sureste de Santa Catarina . Imagen de Gabriel Ribeiro en Pixabay
El cambio climático, una amenaza creciente para la biodiversidad
Hasta la fecha, ha sido difícil distinguir el impacto del cambio climático en la biodiversidad de las pérdidas debidas a presiones humanas más directas, como la deforestación. Los métodos del equipo de investigación lograron hacerlo e indicaron que, en las regiones tropicales de latitudes más bajas, la intensificación de las olas de calor ya está teniendo un mayor impacto en la pérdida de poblaciones de aves que la deforestación y la destrucción del hábitat.
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Esto podría ayudar a explicar los recientes hallazgos en selvas tropicales intactas del Amazonas y Panamá, donde se observó una gran disminución de aves sin una causa clara.
Guacamayo rojo y verde (Ara chloropterus), también conocido como guacamayo aliverde. Se encuentra en los bosques lluviosos de tierras bajas desde el este de Panamá hasta Paraguay, habitando también en bosques secos y sabanas si hay árboles grandes para anidar. Aunque no está globalmente amenazado, sus poblaciones están disminuyendo en los límites de su distribución debido a la pérdida de hábitat y la captura ilegal para el comercio de mascotas. Foto de Kaitlin Dowis en Unsplash
"Desde el punto de vista de la conservación, este trabajo nos dice que, además de las áreas protegidas y detener la deforestación, necesitamos urgentemente buscar estrategias para las especies más vulnerables al calor extremo con el fin de maximizar su potencial de adaptación. Eso podría significar un trabajo de conservación ex situ, es decir, trabajar con algunas poblaciones en otros lugares", afirmó Tatsuya Amano, de la Universidad de Queensland.
"En última instancia, nuestras emisiones son el núcleo de este problema. Tenemos que reducirlas lo más rápido posible", concluyó Kotz.
Referencia:
Kotz, M., Amano, T., Watson, J., (2025): Large reductions in tropical bird abundance attributable to heat extreme intensification. - Nature Ecology & Evolution. [DOI: 10.1038/s41559-025-02811-7]