¿Internet, los satélites y la tecnología moderna están en riesgo por una tormenta solar sin precedentes?
Se trata de un suceso que podría destruir la infraestructura digital que permite la vida tal como la conocemos en el Siglo XXI.
Los científicos lo llaman el "Evento Miyake". La amenaza proviene de una eventual tempestad extrema que significaría una gigantesca "eyección de masa coronal" proveniente del astro rey (llamaradas altamente energéticas). Las lenguas de fuego contendrían partículas cargadas que podrían interactuar y destruir nuestras redes eléctricas.
Durante este tipo de tempestades, la erupción acelera los protones presentes a la velocidad de la luz. Esos protones se convierten en partículas de alta energía peligrosas para los seres humanos y la civilización. Los vientos solares constituyen un flujo que podría destruir con rapidez la capa de ozono que nos protege de los rayos ultra violeta.
Consultado por Carbono.news, el astrónomo Mariano Ribas detalló: "Es tan solo una posibilidad. Estamos frente a un fenómeno solar extremo, aunque no imposible. Existe un antecedente. En 1859 se produjo el denominado evento Carrington que paralizó a la población global de esa época. Causó un aumento de corriente en redes telegráficas hasta dejarlas inoperables. Pero, estamos hablando de un mundo que fue muy distinto al actual".
¿Qué sectores serían los más afectados?
Internet y dispositivos informáticos: Las comunicaciones a través de la red se verían gravemente alteradas con interrupciones masivas en los servicios. Caería casi de inmediato la conectividad global.
Satélites vulnerables: Giran en órbita alrededor de la Tierra y nos facilitan desde la navegación GPS hasta buena parte de nuestras comunicaciones y la observación desde el espacio. Miyake podría dañar sus sistemas electrónicos y dejarlos inservibles.
Infraestructura energética: Las redes eléctricas también estarían en gran peligro. Se generarían apagones prolongados y una interrupción generalizada en la distribución. La energía desatada al romperse la cola crearía una corriente que destrozaría la mayoría de los transformadores de todo el planeta.
Economía global desquiciada: Las repercusiones de semejante evento serían significativas. La interrupción en la producción de bienes y servicios tendría un efecto inmediato y total. La normalización podría tomar meses o años.
Seres humanos expuestos a la radiación: Los rayos intensos aplicados de manera directa sobre las personas plantean riesgos severos para la salud en el corto, mediano y largo plazo.
¿Cómo podría prevenirse para lograr una posible mitigación?
Agencias espaciales como la NASA de los Estados Unidos están monitoreando cada hora las posibles tormentas solares para emitir alertas anticipadas. La colaboración entre los científicos de empresas privadas y gobiernos está enfocada desde hace años en generar estas alarmas.
La humanidad necesita muchas más sondas espaciales para poder desarrollar un sistema de alerta temprana, algo que podría tomar al menos dos décadas de trabajo.