Recursos naturales
Olas de calor y cambio climático

El planeta está caliente

Las pruebas del cambio climático se vuelven irrefutables incluso para las personas más incrédulas, 26°C de temperatura en pleno invierno, el mes más cálido jamás registrado y olas de calor excepcionales. ¿Por qué pasa lo que pasa y cuáles son las consecuencias?

Abogada y diplomada en el Programa de actualización de Políticas Públicas y Cambio Climático. Autora del libro "Una vida sustentable"

Durante las últimas semanas, el calor agobiante fue noticia en distintas partes del mundo: 52.2 °C en China, en California la temperatura llegó a los 53.3 °C, en Italia alcanzó los 46.3 °C y los 45.4 °C en España. Estos son algunos ejemplos, pero lo cierto es que los termómetros del hemisferio norte de nuestro planeta se mantienen en muchos casos por encima de los 40 °C y 50 °C.

Mientras tanto, el fin de semana del 22 y 23 de julio, lejos de Europa y Asia, me encontraba caminando por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, disfrutando por fuera (y sufriendo por dentro) los 26 °C que me habilitaron para llevar manga corta en pleno invierno. Si bien hay muchas personas que aún niegan el cambio climático o que prefieren mantenerse al margen del tema, para otras, el hecho de encontrarnos con temperaturas tan inusuales nos despierta una serie de sensaciones que van de la angustia al desconcierto. 

Frente a estos números, lo más lógico es preguntarnos: ¿qué tan excepcional es esto que está sucediendo?. Según una entrevista a la meteoróloga Cindy Fernández: "En Europa están viviendo una de las olas de calor más extremas de las que hay registro en varios sentidos: está durando mucho, está alcanzado valores de temperatura muy altos y también se está viviendo en zonas donde las olas de calor no eran tan extremas". Un ejemplo de esto último es que en el Reino Unido, por primera vez desde que se tienen registros, la temperatura superó los 40 °C.

La larga duración de la ola de calor que se está desarrollando necesariamente nos remite a la experiencia que atravesamos durante el último verano. No solo resulta cansador soportar altas temperaturas, sino que lo realmente desesperante es confirmar día tras día que la temperatura no baja en ningún momento, convirtiéndose la noche en una oscura y agobiante extensión del caluroso día.

Pero esto no es todo, según la Organización Meteorológica Mundial, el pasado 6 de julio, el mundo vivió el día más caluroso jamás registrado, llegando la temperatura media mundial a 17.08 °C, superando el récord anterior de 16.8 °C, alcanzado en agosto de 2016.

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Sin embargo, estos no fueron los únicos récords del último tiempo. Tal como informa un artículo de la BBC: "Las temperaturas promedio en el océano han destrozado los hitos marcados para los meses de mayo, junio y julio" y aseguran que se está acercando la temperatura más alta que jamás se haya registrado. ¿Por qué sucede esto? Lo que explican los expertos es que el mundo se ha calentado y los océanos han absorbido la mayor parte de ese calor de la atmósfera.

¿Cuáles son las consecuencias de estas olas de calor?

Uno de los problemas asociados a las altas temperaturas son los incendios forestales, algo que hemos vivido durante los últimos veranos en Argentina. Actualmente, 9 países en la región del Mediterráneo se encuentran afectados por los incendios. En Grecia, por ejemplo, el fuego ha arrasado más de 34.000 hectáreas. Esto sucede porque la combinación de altas temperaturas y falta de humedad transforman al suelo y la vegetación en material combustible y fácilmente inflamable, dando lugar a incendios muchas veces incontrolables.

Otra consecuencia de las olas de calor es su impacto directo en la salud humana, especialmente en la de poblaciones vulnerables como niños, ancianos y enfermos crónicos. Según algunos centros para el control y la prevención de enfermedades, se calcula que en Estados Unidos cada año mueren alrededor de 700 personas por causas relacionadas con el calor. Los impactos sobre la salud y el riesgo de mortalidad pueden ser aún mayores en regiones donde la infraestructura y los servicios de salud son limitados.

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A su vez, las altas temperaturas y olas de calor afectan negativamente los cultivos, dañando las cosechas y reduciendo la productividad agrícola, tal como sucedió durante el último verano en nuestro país, cuando sufrimos una sequía histórica cuyas consecuencias persisten.

Vamos a las causas, ¿son las altas temperaturas consecuencia del cambio climático?.

Según un análisis rápido de atribución realizado por World Weather Attribution, "las olas de calor extremo en tres continentes este mes fueron significativamente más probables debido a la crisis climática causada por el hombre" y aseguran que "si los humanos no hubieran calentado el planeta quemando petróleo, carbón y gas, este tipo de olas de calor abrasador serían extremadamente raras".

En esta línea, la CNN informa que "los científicos descubrieron que el cambio climático no solo aumenta drásticamente la probabilidad de que ocurran estas olas de calor, sino que también las hace más calientes".

Algo más está sucediendo, el fenómeno de "El Niño", la fluctuación climatológica natural más poderosa. Este fenómeno meteorológico trae corrientes de agua marina cálida proveniente de la superficie del Pacífico tropical, empujando a la vez aire caliente a la atmósfera y aumentando las temperaturas del planeta. Sin embargo, "El Niño" normalmente no tiene un impacto global sino hasta cinco o seis meses después de que comienza la fase, por lo tanto, aún es pronto para atribuirle las olas de calor actuales a este fenómeno que está entrando en escena.

A pesar de ello, es importante tener presente que la formación de un episodio de "El Niño" aumentará la probabilidad de que se sigan batiendo récords de temperatura y de se experimente un calor más extremo en muchas partes del mundo y en los océanos.

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Según la OMM, " 'El Niño' ocurre en promedio entre cada dos y siete años, y sus episodios suelen durar de nueve a doce meses. Se trata de un patrón climático natural asociado al calentamiento de las aguas de la superficie oceánica en las partes central y oriental del océano Pacífico tropical, si bien se produce en unas circunstancias de cambio climático antropógeno".

¿Qué pasa en Argentina? ¿La ola de calor en Europa anticipa lo que puede pasar el próximo verano?

Si bien la situación actual no puede vincularse directamente, hay que tener en cuenta que el cambio climático es un fenómeno global y que, como dicen los expertos, no hay región del planeta que esté exenta de sus consecuencias, ya que viene a profundizar las condiciones que ya existen. Teniendo en cuenta que durante el último verano se vivieron en Argentina nueve olas de calor (siendo que nunca se habían registrado más de cuatro o cinco por temporada), probablemente, el fenómeno se intensifique el próximo verano.


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