Política
Cambio Climático

Argentina rechazó en la ONU un acuerdo global sobre cambio climático firmado por 143 países

El gobierno de Javier Milei se abstuvo a la hora de votar el llamado "Pacto de Futuro", una idea para generar políticas para combatir el calentamiento global

La iniciativa de las Naciones Unidas incluye 56 acciones dirigidas a enfrentar los desafíos más urgentes de la humanidad:

  • el cambio climático

  • la igualdad de género

  • las amenazas de la Inteligencia Artificial

  • la erradicación de la pobreza

  • la eliminación de la inseguridad alimentaria

La Casa Rosada, a través de la ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino, buscó desvincularse de compromisos internacionales a los que se consideró contrarios a nuestros intereses.

"Hoy en la ONU nos disociamos del Pacto del Futuro. Elegimos un mundo mejor para cada uno de los niños, hombres y mujeres que habitan nuestro suelo. Argentina quiere tener alas para su propio desarrollo, sin estar sujeta a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas. Argentina será un Faro de Libertad", sostuvo Mondino.

Fuente: Naciones Unidas

Algunas naciones del mundo recibieron la postura de Buenos Aires con perplejidad, pero las más cercanas a nuestra geografía ya conocían de antemano los postulados del Jefe de Estado Javier Milei sobre la supuesta "no responsabilidad" del ser humano en el efecto invernadero.

Mirá también: Negacionismo climático: para Javier Milei el calentamiento global es "un invento del socialismo"


¿Qué dice el Pacto de Futuro sobre la transición energética?

Los países firmantes se comprometieron a una mudanza rápida de sus economías hacia las energías renovables y verdes con el objetivo de abandonar los combustibles fósiles y alcanzar la neutralidad de Carbono para 2050, de acuerdo a lo establecido por el Acuerdo de París.

El Pacto del Futuro fue considerado por la mayoría de las naciones participantes como una hoja de ruta esencial para enfrentar los crecientes riesgos globales.

Sin embargo, desde Balcarce 50 se interpretó que una eventual signatura significaría extender la progresista "Agenda 2030" de la ONU hasta 2045.

Nuestro país quedó peligrosamente del lado de naciones negacionistas del calentamiento global tales como Rusia, Bielorrusia, Irán, Venezuela, Nicaragua y Cuba.


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