Argentina en el Día Internacional de la lucha contra la pesca ilegal: "Éramos tan pobres"

Cuando un país se encuentra en una situación desesperante a menudo tiene conductas que nunca mantendría en otras circunstancias. Pero, para poder sobrevivir, se suele decir: "la necesidad tiene cara de hereje".

La semana pasada, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, renovó los swaps (préstamos binacionales) con China y amplió a 10.000 millones de dólares los fondos de libre disponibilidad para el Banco Central. De esta manera, el Gobierno obtuvo el aval del coloso asiático para duplicar el monto destinado a intervenir en el mercado de cambios para contener al dólar.

Como es bien conocido, Pekín siempre pide contraprestaciones a cambio de su "generosidad". No se trata precisamente de un gigante filantrópico.

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Se sabe que en la agenda hubo al menos ocho temas sumamente importantes. Todos y cada uno de ellos son particularmente controvertidos desde el punto de vista geoestratégico:

1- Aviadores de nuestra Fuerza Aérea ya están evaluando una nave de combate oriental, el JF-17 Thunder, para su posible adopción. Las pruebas de vuelo se realizaron en las propias instalaciones de la corporación estatal CATIC. Se trata de una aeronave de cuarta generación, con prestaciones similares al mítico F16 de Lockheed Martin Corporation. Esta decisión geopolítica ha sido cuestionada severamente por la Jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, quien calificó a la potencial operación como "un gran error"

2- Autoridades de la subsecretaría de Energía Nuclear analizan una propuesta china para construir Atucha III, la cuarta central atómica, con una tecnología muy poco utilizada en el mundo. Falta aún negociar el financiamiento del emprendimiento y las tasas de repago. Las sumas involucradas serían siderales: varios miles de millones de dólares.

Desde el Gobierno admiten que difícilmente se acuerde en este año electoral y también reconocen que existe una alta presión en contra de esta iniciativa por parte de Washington.

3- Las represas santacruceñas Kirchner-Cepernic son algo parecido al "cuento de la buena pipa". Cada año se coloca en los presupuestos nacionales una partida que prevé fuertes desembolsos para firmas de la República Popular China, pero luego, no se materializan. Los trabajos se iniciaron hace más de una década, no tienen estudio de impacto ambiental y registran un avance mínimo.

4- La hidrovía sobre el Río Paraná (más de 3000 km) es estratégica ya que por allí sale casi la mitad de la producción agropecuaria nacional. China ya manifestó su intención de quedarse con el manejo de este eje fluvial. Los pliegos preparados por la Casa Rosada parecen hechos a medida para que esos deseos se plasmen.

5- El negocio del litio es vital para el Dragón, ya que se trata del líder mundial en electromovilidad. Fabrican casi un millón de vehículos de ese tipo por año y Tesla, la empresa líder del sector, posee allá sus plantas más productivas. En Jujuy, los orientales explotan este valioso mineral, pero no planean elaborar aquí celdas de iones, baterías y mucho menos rodados sustentables. En esta alianza, también existen severas advertencias por parte de los actuales ocupantes de la Casa Blanca.

6- Los acuerdos económicos firmados en Beijing involucraron al Centro Tecnológico Huawei, una de las principales proveedoras de tecnología 5G en el mundo. Esto generó otro foco de conflicto con la administración estadounidense que pretende que sean sus propias "telcos" las que desplieguen en esta geografía una tecnología tan sensible en materia de seguridad continental.

En la Unión crecen año tras año las acusaciones de espionaje contra los holdings chinos de comunicación.

7- Otra promesa recurrente de la súper potencia del Este se relaciona con el eventual financiamiento para un servicio de trenes.

El presidente de la empresa CRCC, Zhuo Lei, desempolvó un antiguo rosario de vaticinios sobre la reactivación de la línea San Martín Cargas, para llegar hasta las economías regionales cuyanas.

8- Para el final, la verdadera "joya de la corona": la pesca en el Atlántico Sur.

Si Argentina le comprara a la RPCh sus aviones de intercepción, difícilmente los mismos reporten o denuncien a la flota de cientos de naves que depreda el langostino, la merluza y el calamar en nuestras aguas jurisdiccionales.

Distintos informes publicados por el sitio InSight Crime han detallado que una ciudad flotante se mueve en la Zona Exclusiva Económica sin encender los "respondedores" de los buques. En otras palabras, se vuelven indetectables para las autoridades locales o los satélites.

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Según publicó el sitio antes apuntado, "las autoridades chinas son conocidas por no vigilar la flota de su país que opera en aguas distantes, a pesar de que la ley marítima internacional dice que deben hacerlo".

Por el contrario, subsidian a sus firmas pesqueras otorgándoles el combustible gratis y apoyándolas con la construcción de decenas de nuevas unidades cada año en sus propios astilleros.