Recursos naturales
Fuego sin control

Inédita ola de calor acelera los incendios en Chile donde ya se registran 112 muertos y 350 desaparecidos

El Ministerio del Interior de Chile anunció que tras cuatro días de fuertes incendios en la zona de Valparaíso y Viña del Mar se ha registrado un balance de 112 muertos por los incendios forestales.

Una escalofriante cifra de 112 personas fallecidas y al menos 350 reportadas como desaparecidas ante las autoridades locales hacen que este siniestro se considere como "la mayor emergencia natural desde el terremoto de 2010" que dejó un saldo de 525 muertos y miles de heridos en el sur del país trasandino.

El presidente Gabriel Boric decretó el "estado de excepción" con el fin de movilizar 17 brigadas que suman miles de bomberos para atender la catástrofe, lo que implica toques de queda en amplios sectores desde las 21 h hasta las 10 h. 

¿Cómo comenzó todo?

Según reportes de la Corporación Nacional Forestal, CONAF, se iniciaron de forma casi simultánea un total de siete incendios activos en una zona densamente poblada, junto a una autopista, 120 kilómetros al Norte de la ciudad Capital, Santiago de Chile.

Rápidamente, las lenguas de fuego avanzaron sobre los cerros, generando un "efecto chimenea" ya que las llamas quedan encerradas entre las colinas y eso acelera los procesos de combustión.

Las condiciones climáticas de las últimas semanas han sido extremas en Chile debido a olas de intenso calor como consecuencia de la llegada de El Niño a las costas del océano Pacífico.

La sequedad del ambiente, los altísimos registros térmicos y un modelo forestal basado en el monocultivo de pinos y eucaliptos sumados a la posibilidad de que hayan existido pirómanos terminaron por conformar una combinación letal.

La mitad de los barrios donde se produjeron las muertes son zonas precarias, con viviendas humildes y de madera. No tuvieron chances ante la velocidad del fuego.

Los especialistas llevan meses alertando acerca de que la sequía provocada por La Niña no se había erradicado aún y de que cuando la vegetación contiene poca humedad, es de fácil combustión.

Consultado por Carbono.news, el piloto argentino Ezequiel Sicardi, quien en varias ocasiones ayudó a apagar desde aviones tanque los incendios forestales chilenos, explicó: "Chile cuenta con una entidad llamada CONAF, que pertenece al Ministerio de Agricultura, y constantemente están haciendo licitaciones para la contratación de aeronaves pequeñas medianas y grandes para apagar los incendios. En esta oportunidad, lo que ocurrió fue que el fuego forestal se desmadró y llegó a zonas pobladas. Cuando el fuego afecta zonas urbanas, las aeronaves grandes ya no pueden operar porque la caída de agua a tanta velocidad resulta letal para la población. Por eso, les queda como única opción el combate al fuego desde tierra".

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Sicardi opera una aeronave DC 10, la más grande del mercado, pero hasta el momento no han podido ser convocados debido a las restricciones apuntadas.

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