Energía
Nuevo paradigma

¿Podrá la Argentina descarbonizar su matriz energética en la próxima década?

Tres ex secretarios de Energía de la Nación, Emilio Apud, Jorge Lapeña y Daniel Montamat, explicaron sus puntos de vista a Carbono News.

La tan nombrada "transición" de fuentes de energía a base de fósiles hacia las que son a base de renovables será bastante más lenta en Argentina que en los países desarrollados.

Casi todos los pronósticos coinciden en que la administración nacional enfrentará en los próximos dos lustros pesadas cargas financieras que le impedirán destinar fuertes recursos presupuestarios a las grandes obras de infraestructura.

La alta disponibilidad de gas y shale gas conspira contra el cambio de una matriz basada en la quema de hidrocarburos. Argentina tiene, actualmente, muy restringido el acceso al financiamiento internacional y esa barrera será difícil de sortear en el corto y mediano plazo. Según datos del Instituto General Mosconi, recibimos, apenas, el 5% del total de los capitales que llegan a este dinámico sector en toda Latinoamérica.

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Consultado por Carbono.news, el ex secretario de Energía de la Nación y ex titular de YPF, el ingeniero Emilio Apud, sostuvo: "Más del 60% de los gigavatios que generamos llega desde centrales térmicas alimentadas con fósiles. El 23% arriba desde los complejos hídricos y poco más del 15% lo hace desde aerogeneradores, reactores nucleares y paneles solares. Desde hace una década tenemos, en Vaca Muerta, producciones no convencionales que salen por fracking y eso ha agigantado nuestras reservas. Contamos con la segunda reserva mundial de gas, luego de Estados Unidos, lo que nos permite un acceso a ese fluido para los próximos 400 años".

"Un poco más del 15% de la energía se obtiene de aerogeneradores, reactores nucleares y paneles solares" (Foto: CAMMESA)

Y agregó: "Como somos un país que tiene escasez crónica de capitales y no contamos con ahorro ni capacidad de endeudamiento, es más barato extraer y usar ese combustible, aunque sea contaminante. Si recuperáramos la confianza del mundo, podríamos volver a tener inversores extranjeros, pero el actual esquema de consumo es muy poco atractivo para los privados".

Además, señaló que, en materia hidroeléctrica "harían falta más de 10.000 millones de dólares para concretar grandes obras". "Esto no va a ocurrir porque el cambio climático está afectando las cuencas y porque existe también una fuerte resistencia de los ambientalistas a la construcción de esos gigantes. Concretamente, soy escéptico con respecto a los dólares que podrían sumarse en la próxima década a nuevos proyectos debido a nuestras dificultades políticas y económicas", sumó.

"El actual esquema de consumo es muy poco atractivo para los privados para invertir en renovables" (Foto: Central Térmica Costanera/ Wikipedia)

Lo que falta: mirar a largo plazo, entre todos los actores políticos

Por su parte, otro ex secretario de Energía de la Nación, el ingeniero Jorge Lapeña, también le narró su perspectiva a Carbono.news: "Desde mediados de los años noventa, Argentina giró hacia la energía que proviene de las centrales térmicas y contaminantes. Cada vez tenemos más electricidad que surge gracias al aprovechamiento del gas natural y los derivados del petróleo. Representa casi las dos terceras partes del total. Ha existido una clara involución".

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Por eso, destacó que las energías que no producen gases de efecto invernadero "deberían ser nuestra alta prioridad". "Habría que erradicar pronto las fuentes basadas en el carbón. Seguimos sumergidos en la coyuntura, en la inmediatez, resolviendo problemas que dificultan la toma de decisiones con cierta trascendencia. Este cuadro solamente se soluciona con una política de largo plazo, acordada entre todos los partidos políticos para que existan leyes que nos den continuidad y previsibilidad en un mercado tan estratégico", añadió.

"Necesitamos una prolongada estabilidad macroeconómica para poder apostar a la descarbonización" (Foto: SAESA)

Finalmente, el economista, abogado, especialista en energía y también ex secretario de Energía de la Nación, Daniel Montamat, le detalló a Carbono.news sus vaticinios: "Los ambientalistas critican las hidroeléctricas y apuestan a las solares y las eólicas porque los grandes espejos de agua afectan las condiciones medioambientales, sobre todo en zonas de altas precipitaciones y frondosa vegetación. Las grandes inversiones y el financiamiento accesible para las mega obras son hoy casi imposibles. Por eso se frenaron las represas de la provincia de Santa Cruz, por ejemplo".

"Los proyectos micro van a ir avanzando y las renovables van a ganar proporción ya que no necesitan un capital tan intensivo. Necesitamos una prolongada estabilidad macroeconómica para poder apostar a la descarbonización. Los precios de las renovables son cada vez más competitivos y esa es una de las mejores señales que nos ha dejado la última década", remarcó.

Desafíos claros y soluciones claras que llegarían un poco más tarde de lo soñado si no hay voluntad política.

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