Ambiente y naturaleza
Cambio Climático

¿Qué implica el aumento de la temperatura oceánica?

En la víspera de la COP de Biodiversidad y de la COP de Cambio Climático, se publica un nuevo informe del Observatorio Copernicus que alerta sobre el aumento de la temperatura oceánica y sus consecuencias.

Abogada y diplomada en el Programa de actualización de Políticas Públicas y Cambio Climático. Autora del libro "Una vida sustentable"

Hay algo que pasa casi inadvertido, pero que tiene un impacto enorme en nuestro día a día: el calentamiento de los océanos. Muchas veces hablamos del aumento de la temperatura, pero hay que tener claro que no solo aumenta la temperatura de la atmósfera, sino que esto mismo sucede en el agua. Para que nos demos una idea, es muy valioso pensar al océano como un termómetro del planeta. ¿Y qué dice ese termómetro? Que necesitamos frenar y bajar la temperatura antes de que sea tarde.

Según el último informe del observatorio europeo Copernicus, desde 2005, el ritmo de calentamiento de los océanos casi se duplicó. Esto es como si alguien hubiera puesto el océano en el microondas y subido la potencia de golpe.

Si bien este informe nos sirve como excusa para hablar del tema, lo cierto es que hace años que se está alertando sobre esta problemática, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (el famoso IPCC) advirtió que el océano ha absorbido el 90% del calor adicional asociado con el calentamiento global. 

¿Qué implica que el océano se caliente? 

El calentamiento de los océanos lleva a eventos meteorológicos más extremos. Un ejemplo dado por el informe del observatorio antes mencionado indica que en todo el mundo, el 5% de las olas ha aumentado en altura en los últimos años, lo que refleja una tendencia hacia océanos más energéticos. ¿Y qué consecuencias acarrea un océano más enérgico? Una amenaza cada vez mayor a las poblaciones costeras, la biodiversidad y los ecosistemas marinos. 

Según el informe, las temperaturas en aumento, la reducción del hielo marino, las olas de calor marinas y los eventos climáticos extremos demuestran la creciente inestabilidad del océano causada por un planeta en calentamiento

El aumento del contenido de calor en los océanos es una señal clara de que el planeta en su conjunto se está calentando a un ritmo significativo. El exceso de calor absorbido por el océano, principalmente como resultado de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, provoca un desequilibrio en el balance energético de la Tierra: "se está atrapando más calor en el sistema climático terrestre del que se libera al espacio, lo que lleva a un calentamiento generalizado".

Foto: Milos Prelevic. Unsplash

Las aguas más cálidas también afectan los sistemas climáticos e intensifican los patrones meteorológicos en todo el mundo, contribuyendo a tormentas más severas, alteraciones en los patrones de precipitación y un aumento de eventos climáticos extremos, como huracanes o tifones.

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Uno de los puntos importantes son las olas de calor marinas que se generan. ¿Se acuerdan de las olas de calor en verano que nos derriten? Los océanos también las sufren, pero, en su caso, estas olas están generando un impacto enorme en la vida marina, algo que para los humanos que no nos dedicamos al estudio de los océanos resulta casi imperceptible. Por ejemplo, en 2023, más de una quinta parte de la superficie oceánica del mundo sufrió al menos una ola de calor severa, olas de calor que duran el doble de lo que duraban antes: pasaron de 20 a 40 días desde 2008.

Esto trae consecuencias para todos los seres vivos que dependen de los océanos, las olas de calor marinas están causando migraciones masivas y hasta la muerte de especies enteras. Tales afirmaciones podrían parecer abstractas, pero piensen en los corales que desaparecen y los efectos que eso tiene para la pesca y la economía de muchas comunidades

Según la FAO "Los océanos han perdido casi el 2 % de su oxígeno desde la década de 1950, lo que ha contribuido a la proliferación de 'zonas muertas' -conocidas como zonas hipóxicas- que no pueden sustentar la vida marina (...) La exposición a una hipoxia prolongada puede causar la muerte en masa de los arrecifes de coral, la emigración de valiosas especies de peces costeros a zonas con mayor oxígeno y el desplome de las tasas de crecimiento y reproducción de muchas especies marinas." 

Pero la temperatura no es lo único que cambia. Los océanos también están más ácidos. Desde 1985, la acidez ha aumentado un 30%. Esto no solo afecta a los peces, sino también a especies como los mejillones y los corales. Si la acidez sigue aumentando, sus conchas literalmente se disuelven. Y eso tiene un impacto directo en toda la cadena alimentaria.

Fuente: Unsplash

¿Por qué nos deberían importar los cambios en los océanos? 

Aunque parezca que los océanos están lejos, la realidad es que están conectados con todo lo que hacemos. Son los que regulan el clima y generan la mitad del oxígeno que respiramos.

En este contexto, vale la pena mencionar dos eventos que están a punto de suceder: la COP de Biodiversidad y la COP de Cambio Climático. Estas cumbres internacionales, donde se reúnen los líderes de todo el mundo, no solo son un montón de discursos y firmas de acuerdos, sino que pueden tener un impacto real en lo que pasa en nuestros océanos y en nuestras vidas.

Por un lado, la COP de Cambio Climático, que se enfoca en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, es clave para frenar el calentamiento de los océanos. Como decíamos antes, los océanos han absorbido más del 90% del calor extra que generamos. Si no reducimos esas emisiones, ese calor seguirá aumentando y las olas de calor marinas, como las que vivimos en 2023, se volverán la nueva normalidad. Y eso significa más tormentas, más huracanes, y más especies que no podrán sobrevivir en sus hábitats.

Por otro lado, la COP de Biodiversidad, se centra en proteger la vida en todas sus formas. Y acá los océanos también juegan un papel fundamental. La biodiversidad marina está sufriendo mucho por el aumento de temperatura y la acidez del agua. La COP de Biodiversidad es la que puede impulsar acciones para proteger estos ecosistemas marinos y asegurar que sigan siendo refugios para la vida.

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Lo interesante es que estas dos COPs no pueden ir separadas. Porque, por un lado, si no frenamos el calentamiento global, la biodiversidad marina seguirá en peligro. Pero, por otro, sin ecosistemas saludables, como los arrecifes de coral y las praderas submarinas, los océanos no pueden cumplir su papel de reguladores del clima. Al final, es un círculo: la salud del clima y la salud de la biodiversidad están completamente conectadas.

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Entonces, cada vez que escuchamos hablar de la COP de Cambio Climático o de la COP de Biodiversidad, hay que recordar que no se trata solo de temas técnicos que discuten los gobiernos. Se trata de qué futuro queremos para nuestros océanos, para las especies que viven en ellos, y, al final del día, para toda la humanidad.


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