Ambiente y naturaleza
Cambio Climático

Crisis climática en el Norte Global: inundaciones, incendios y olas de calor que exponen la insuficiencia de respuestas

La crisis climática golpea con fuerza en regiones que incluso consideramos protegidas, revelando las fallas de un sistema global que, a pesar de las advertencias y los recursos, continúa actuando de manera insuficiente

Las tragedias recientes en Estados Unidos y Europa evidencian que ningún país o región está exento de los impactos del cambio climático. A pesar de los recursos y la responsabilidad histórica, la respuesta global sigue siendo insuficiente frente a la magnitud de estas emergencias.

Texas bajo el agua: una catástrofe evitada en parte por la alerta, pero con costos humanos altísimos

El pasado 4 de julio, Texas sufrió inundaciones catastróficas provocadas por lluvias torrenciales que inundaron carreteras y causaron rescates dramáticos. Hasta el 7 de julio, cerca de 90 personas habían fallecido, incluidos varios niños que acampaban por sus vacaciones, tras el desbordamiento del río Guadalupe. Las autoridades alertaron que el número de víctimas podría aumentar y la tragedia refleja cómo el cambio climático intensifica los eventos meteorológicos extremos, como lo confirma un estudio de ClimaMeter que atribuye estas inundaciones a un agravamiento del clima.

A pesar de las alertas tempranas, muchas personas no fueron informadas a tiempo, evidenciando una problemática en la comunicación de riesgos llamada la "última milla". Expertos como Bill McGuire y Daniel Swain advierten que estas tragedias son consecuencia directa del aumento de fenómenos atmosféricos más veloces y húmedos, resultado del calentamiento global. La profesora Hannah Cloke agregó que la falta de sistemas de alerta efectivos y la incapacidad de respuesta humana con imaginación y prontitud contribuyen a la gravedad de estas emergencias.

Por otro lado, la respuesta institucional en Estados Unidos enfrenta recortes: la  eliminación de fondos para estructuras resilientes y la posible desaparición de agencias como FEMA amenazan con agravar aún más la vulnerabilidad del país ante eventos extremos.

California, seis meses en la sombra: la huella persistente del fuego y la desigualdad

En California, los incendios que azotaron Los Ángeles en diciembre pasado aún dejan secuelas. Más de 16.000 hogares fueron destruidos y muchas comunidades siguen desplazadas, algunas en otras partes del país. La respuesta empresarial y estatal resulta polémica: mientras las compañías de seguros reportan ganancias récord y las petroleras siguen beneficiándose, los afectados enfrentan una crisis de abandono y contaminación.

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La situación refleja cómo la crisis climática, impulsada por emisiones de carbono, continúa exacerbando los desastres naturales y la respuesta aún no logra equilibrar la protección social y la responsabilidad empresarial. La denuncia principal apunta a la necesidad de una mayor inversión en infraestructura y políticas que prioricen a las personas más vulnerables.

Europa arde y muere: una ola de calor mortal vinculada al cambio climático

Entre el 23 de junio y el 2 de julio, Europa fue víctima de una ola de calor que dejó al menos 1500 muertos, según un estudio liderado por científicos del Imperial College London y la London School of Hygiene & Tropical Medicine, publicado con embargo hasta el 9 de julio de 2025. El análisis destaca que el uso de combustibles fósiles triplicó las muertes esperadas en la región, donde ciudades como Milán, Barcelona, París, Londres y Roma sufrieron las temperaturas más extremas, afectando mayormente a personas mayores.

Los expertos advierten que estas cifras seguirán en aumento si la humanidad no reduce drásticamente sus emisiones. Dr. Garyfallos Konstantinoudis y otros investigadores subrayaron que cada fracción de grado adicional de calentamiento incrementa el riesgo de olas de calor más mortales. La profesora Friederike Otto enfatizó que quemar petróleo, carbón y gas está matando a más personas y que la única vía para prevenir futuras olas de calor devastadoras es abandonar los combustibles fósiles en favor de energías limpias y fomentar ciudades adaptadas al calor extremo.

Un panorama que exige acciones inmediatas y responsables

Estos eventos muestran una realidad alarmante: la crisis climática golpea con fuerza en regiones que incluso consideramos protegidas, revelando las fallas de un sistema global que, a pesar de las advertencias y los recursos, continúa actuando de manera insuficiente. La gravedad de las inundaciones en Texas, los incendios en California y las olas de calor en Europa no solo exponen la vulnerabilidad del Norte Global, sino que también llaman a una transformación urgente en políticas públicas, modelos económicos y comportamientos individuales.

Mientras las víctimas claman ayuda y justicia, los científicos señalan que evitar que estas tragedias se vuelvan rutinarias requiere acelerar la transición energética, fortalecer la cooperación internacional y priorizar la protección de los más vulnerables. La pregunta sigue siendo si la humanidad será capaz de responder a tiempo y de manera efectiva a esta emergencia sin precedentes.

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