Explotó el acuario más grande del mundo, pero ¿tendría que haber existido?
Más de 1500 peces exóticos murieron tras la rotura de la pecera. ¿Generan estas vitrinas con animales el mismo desprecio que los zoológicos en gran parte de las sociedades?
El acuario más grande del mundo explotó hace una semana y alrededor de 1500 peces exóticos murieron entre los pisos y muebles del hotel Radisson Blu en Berlín, Alemania. El agua (más de un millón de litros) llegó a dañar hasta el tercer piso del edificio y destrozó puertas y ventanas, entre otros mobiliarios. El acuario cilíndrico se llamaba AquaDom. Había sido inaugurado en 2003 y tenía 16 metros de alto. Según las investigaciones preliminares, la explosión sucedió por una pequeña fuga de agua y una fatiga en el material de la estructura provocó el colapso.
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El hecho, que causó pánico y destrozos en el hotel de Berlín, rompió los cristales de otro debate: ¿deberían existir los acuarios?
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"Los acuarios son tan injustos como los zoológicos"
Adrián López Galera es un activista español de Sevilla. Cuenta con un grado en Biología y un Máster en Lingüística, Literatura y Estudios Culturales. En su blog personal "¡Derechos Animales ya!", nacido a mediados de 2019, dio algunas respuestas sobre por qué no deberían existir los acuarios y por qué su presencia no es tan repudiada, en contraposición a los zoológicos a los que se opone una cantidad creciente de personas.
"Los acuarios son centros de explotación animal análogos a los zoológicos. Si un zoológico esclaviza y explota a animales terrestres (o que, al menos, respiran por pulmones), los acuarios se dedican a la crianza y cautividad de animales marinos", dijo.
"Este término no suele incluir la explotación de delfines u otros mamíferos marinos. A ellos se los explota en delfinarios. En todos casos, los animales quedan privados de libertad y se los usa como simples objetos de decoración con un fin lucrativo o conservacionista".
"Estos centros son los grandes olvidados desde los sectores animalistas (bienestaristas). De hecho, solo hay manifestaciones delante de estos centros cuando también contienen delfines u otros cetáceos; como si los demás animales fuesen menos importantes. Así ocurre porque el grueso del movimiento animalista se centra en mamíferos y animales más cercanos a nosotros por los cuales sentimos mayor empatía. La sociedad se olvida injustamente de que los peces y otros animales padecen la misma injusticia y otras muchas relacionadas", agregó.
Además, señaló que cada año se captura a miles de animales marinos para trasladarlos a nuevos acuarios o para reemplazar a los animales que mueren dentro: "Algo que nunca te dirán estos centros es el hecho de que más de la mitad de los animales marinos capturados nunca llegan vivos y que otro gran porcentaje muere a las pocas semanas por estrés y cambios habidos en la salinidad del agua o en la temperatura".
En Argentina, hay un caso que cobra actualmente mucha repercusión: el pedido de la liberación de la única orca en cautiverio de Sudamérica, Kshamenk, del establecimiento "Mundo Marino" en la costa bonaerense.
En este sentido, sobre los "espectáculos marinos", López Galera señaló en su sitio web: "La romantización de la dominación ni es bella, ni educativa".