Australia, conocida por su biodiversidad única y sus ecosistemas variados, enfrenta hoy uno de los desafíos más críticos en la conservación de su fauna autóctona. La combinación de factores como el cambio climático, la deforestación, la expansión urbana y la introducción de especies invasoras ha puesto en peligro tanto a especies emblemáticas como a ecosistemas enteros.