Economía
Economía circular

El problema de usar y tirar: China deberá reciclar 26 millones de toneladas de ropa

El mayor comprador de moda del mundo se está quedando sin espacio para todas las prendas usadas y desechadas.

La relación de los chinos con la ropa se basa en gran parte en comprar y desechar, lo que se conoce como moda rápida o fast fashion, es decir, prendas de producción en masa, baratas y de corta duración. Hay contenedores de recolección en las principales ciudades, pero pocas terminan en organizaciones benéficas. Algunas se venden a países en desarrollo, pero muchas otras se queman o se entierran en vertederos. Por eso, ahora al país asiático se le suma otro problema ecológico: deberá reciclar 26 millones de toneladas de ropa desechada.

China fabrica más de 5000 millones de camisetas al año, pero socialmente está "mal visto" usar ropa vieja o de segunda mano y, por tal motivo, cada día se desechan miles de toneladas de prendas. Representa una quinta parte de los ingresos globales del gigante japonés Uniqlo, ya que sus ventas aumentaron alrededor de un 27% en el período 2017-2018.

Mercado de China (Foto: Pixabay)

Según la agencia estatal de noticias Xinhua, China tira 26 millones de toneladas de ropa cada año, y solo menos del 1% se reutiliza o recicla.

La industria de la moda representa alrededor del 10% de las emisiones globales de carbono, más de lo que producen todos los vuelos y el transporte marítimo combinados, según la Fundación Ellen MacArthur. Además, se calcula que la reutilización de 1 kg de ropa ahorra 3,6 kg de dióxido de carbono, 6.000 litros de agua, 0,3 kg de fertilizantes químicos y 0,2 kg de insecticidas, en comparación con la confección de prendas nuevas.

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Una de las barreras para revertir la situación es que las ventas no benéficas de ropa usada no son habituales por razones de salud y seguridad ya que se considera antihigiénica. Sin lugar a dudas, la Covid-19 reforzó ese sesgo.

Roundabout es una de las pocas tiendas benéficas que incluso vende ropa usada.

Según la Asociación de Reciclaje Textil con sede en el Reino Unido, las prendas de alta calidad que se recolectan en China generalmente se venden en el extranjero. Las exportaciones chinas de ropa usada aumentaron al 6,4% del total mundial en 2015. La mayoría va hacia África.

Solo alrededor del 15% de las donaciones se entregan a regiones pobres de China ya que solo dan las que son un 90% nuevas. El 70% de la ropa recolectada por Baijingyu, o White Whales, se vende en mercados de ropa de segunda mano en el extranjero, mientras que el 15% se usa en la construcción, la agricultura o la jardinería; sino, se envía a la basura.

Hasta hace poco, China era un gran importador de ropa usada y venderla era un gran negocio. Pero en 2017, prohibió su importación.

(Foto: Re-Clothing Bank) 

De a poco aparecen nuevas empresas que buscan formas de reutilizar ropa vieja. Re-Clothing Bank, por ejemplo, emplea a mujeres migrantes en una aldea cerca de Beijing para cortar estas prendas y convertirlas en chaquetas, bolsos y alfombras.

Sin embargo, la gran mayoría de la ropa usada de China va a la basura. La mayoría de sus vertederos están casi saturados. El país asiático vertió más de 200 millones de metros cúbicos de desechos en sus aguas costeras en 2018, informó el Ministerio de Medio Ambiente.

(Foto: Pixabay)

La "solución" que encontró China es quemar gran parte de esta ropa, a pesar de las emisiones que genera.

No obstante, desde el Ministerio de Ambiente conocen cuál es la verdadera solución: ropa duradera, reciclada y reutilizada; y también, comprar menos ropa innecesaria.

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