Energía
Obras en suspenso

Las represas santacruceñas Kirchner-Cepernic van "a paso de hormiga": menos de 40 % de avance en 8 años

La energía hidroeléctrica fue durante varias décadas la principal fuente de energía en Argentina. Nuestro país se ubica aún hoy entre los veinte principales generadores del mundo.

Actualmente, el aprovechamiento de las aguas en Argentina supone casi 12 GW de potencia instalada.? Los mayores embalses aprovechados son:

  • Yacyretá (Corrientes), con una potencia de 3100 MW;

  • Salto Grande (Entre Ríos), con casi 1900 MW;

  • Piedra del Águila (Río Negro-Neuquén), 1400 MW;

  • El Chocón (Río Negro-Neuquén), 1260 MW,

  • Alicurá (Río Negro-Neuquén), con 1050 MW.

En 2015, se lanzó la licitación para la construcción del complejo La Barrancosa-Condor Cliff (rebautizado Kirchner-Cepernic). Contemplaba dos nuevas represas que aportarían al Sistema Argentino de Interconexión unos 1.740 MW.

Se preveía la generación de 7000 puestos de trabajo y el desarrollo de áreas de riego, posibilitando así la expansión agrícola ganadera, el mejoramiento de las cadenas de valor agroindustriales y la atenuación de las crecidas del río Santa Cruz.

En el acuerdo de financiación con China, el principal inversor de las realizaciones, se definía que la devolución del crédito otorgado se saldaría 15 años después de la entrada en operación de las centrales, utilizando el beneficio obtenido por la venta de energía. En teoría, nos permitiría ahorrar unos 1500 millones de dólares anuales en importación de gas licuado proveniente de Qatar.

Fuente: cfkargentina.com.ar

El plazo estimado para la entrada en operación original era de cinco años y medio: entre 2021 y 2022. Sin embargo, ya han pasado ocho años de trabajos y el avance es relativo, no supera el 40 % del total.

"Van a paso de hormiga" suelen decir los especialistas más avezados.

El proyecto inicial fue tasado en 4.100 millones de dólares lo que equivalía a un precio de 2.4 millones de dólares por megavatio instalado. Ese valor representaba el doble de lo que costaría instalar aerogeneradores para la eólica o paneles para la solar. Luego, en 2018, los costos aumentaron hasta 4.700 millones de dólares por dificultades técnicas. En 2019, aparecieron más problemas que implicaron un incremento de presupuesto de entre 170 y 300 millones de dólares.

A estos desembolsos debemos sumar la construcción de la línea de extra-alta tensión (LEAT) y la red de conexión entre ambas centrales. Esto aumenta las erogaciones en otros 2.000 millones de dólares. Por si fuera poco, tras una modificación del proyecto original, los 1740 MW instalados pasaron a ser apenas 1310; 360 MW de la central Cepernic y 950 MW de la Presidente Néstor Kirchner.

A esta altura, todo se disparó hasta 5.3 millones de dólares por MW: cuatro veces más que los valores de las otras renovables.

La seriedad institucional en torno a las obras es casi inexistente. Desde el inicio, ya hubo:

  • tres cambios de gobierno (Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández)

  • tres cambios de ministerio (Planificación Federal, Energía, Economía)

  • tres cambios en la empresa promotora del proyecto (ENARSA, EBISA, IEASA).

Resumiendo, en el mejor de los casos, los diques contenedores y las turbinas estarían operativos en 2026. Por suerte, como la financiación proviene de Pekín, el plan "motosierra" del presidente Javier Milei no las afectaría.

Dudas de los ecologistas

Muchos de los proyectos hidráulicos que tiene la Argentina han sido objetados por los ambientalistas debido al impacto que podrían tener en el entorno, ya que se trata de mega construcciones con grandes espejos de agua y eso modifica el clima local.

Esto ocurre con los planes para Garabí (Corrientes), Corpus (Misiones) y Chihuido (Neuquén).

Fuente: Flickr

Veamos cinco grandes reparos que existen:

1- No se ha evaluado siquiera el régimen hídrico a futuro del río Santa Cruz frente al cambio climático, ya que su caudal es de deshielos.

2- Las represas están situadas a miles de kilómetros de distancia de los centros de consumo. La longitud de la línea eléctrica hasta Buenos Aires y otros potenciales centros de consumo es de más de 2.500 km. Como existe una pérdida de un 1% sobre la energía generada por cada 100 km de línea, al menos el 25% de lo producido se perderá en el trayecto.

3- La geología superficial en la ubicación de las represas es inestable, al punto que ya se sucedieron importantes incidentes en el proceso de construcción y fuertes dudas sobre la solidez estructural final.

4- Los graves deslizamientos ocurridos, de haberse dado con el embalse lleno, hubieran supuesto una catástrofe de magnitud, arrasando quizás la población de la localidad santacruceña de Piedrabuena.

5- No se ha realizado un estudio sólido sobre la posible sismicidad regional natural o inducida por el llenado de la represa. Tres sismos golpearon las cercanías de Kirchner-Cepernic sin haber sido considerados.

Esta nota habla de: