Las presidencias de las COP29 y COP30 (Azerbaiyán y Brasil) lanzaron este miércoles el documento que debería señalar caminos para ampliar el financiamiento climático. Entre recomendaciones, un marco de acción y un impuesto a los "superricos", la propuesta carece de obligaciones legales y no entrega la tan solicitada definición de financiamiento climático, que sería importante para garantizar transferencias directas y no generadoras de deudas.