Los incendios forestales están alcanzando niveles críticos en América Latina, afectando ecosistemas estratégicos como la Amazonía, los páramos de la sierra de Ecuador y los bosques de Chile. Por este motivo, algunos bosques de Sudamérica están empezando a emitir más carbono del que capturan. Si la tendencia no se revierte, los compromisos climáticos firmados en el papel podrían volverse humo.