Durante los últimos años, el vertimiento de energía renovable en el país se ha transformado en un dolor de cabeza. La concentración de parques fotovoltaicos y eólicos en las regiones del norte, la escasa infraestructura de almacenamiento y transmisión eléctrica, y el uso ineficiente de la institucionalidad y estructura actual han generado la "pérdida" de más de 5.500 GWh, solo en diciembre del 2024, transformándose en una cifra récord de vertimiento que supera en un 148% la de los años anteriores. Mientras iniciativas de parques fotovoltaicos y eólicos siguen en aumento, los proyectos de almacenamiento aún no logran contrarrestar la sobreproducción de energía renovable.