Política
Decepción

La COP30 en Brasil terminó en tiempo extra, sin abordar los combustibles fósiles

Los países acordaron aumentar los objetivos financieros para hacer frente a los efectos del calentamiento global, pero sin avanzar en hojas de ruta para combustibles fósiles o deforestación

*Fermín Koop Tom Baxter Qiwen Cui Lin Zi

En una dramática sesión plenaria final, los países participantes de la conferencia sobre el clima COP30 celebrada en Belém, Brasil, llegaron a un compromiso. Su acuerdo estableció un nuevo objetivo de triplicar la financiación para adaptarse a los efectos de la crisis climática y creó un mecanismo para una transición justa hacia la energía limpia, pero evitó hacer referencia a los minerales críticos y a una hoja de ruta para los combustibles fósiles y la deforestación.

La cumbre climática, la primera que se celebra en el bioma amazónico, tuvo lugar diez años después de la adopción del Acuerdo de París. Con ese tratado, los países acordaron evitar que la temperatura media mundial aumentara más de 2 °C por encima de los niveles preindustriales y, en el mejor de los casos, mantener este aumento por debajo de 1.5 °C.

Al comienzo de la COP30, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pidió a los países que acordaran una hoja de ruta para la transición de los combustibles fósiles. Hace dos años, en la COP28, los países incluyeron la primera referencia a esa transición en el acuerdo final de la cumbre, pero no se pusieron de acuerdo sobre cómo llevarla a cabo. Se esperaba que esto se acordara en la COP30.

Un grupo de más de 80 países apoyó la petición de Lula en Belém, pero no fue suficiente para que la hoja de ruta se incluyera en el texto final. En su lugar, el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, anunció en la sesión plenaria final que creará la hoja de ruta durante el resto de su presidencia, que durará hasta la COP31 el próximo noviembre.

"Algunos de ustedes mostraron una gran ambición en algunos de los temas, pidiéndonos que hiciéramos más para luchar contra el cambio climático. Intentaré no decepcionarlos durante mi presidencia", afirmó.

Cuando se hizo evidente que los combustibles fósiles no aparecerían en el documento de decisión de la COP30, Colombia y los Países Bajos anunciaron que el próximo abril acogerán la Primera Conferencia Internacional para la Eliminación Global de los Combustibles Fósiles. Esta reunión, que se celebrará en Santa María, Colombia, será independiente del proceso climático de las Naciones Unidas, pero está diseñada para complementar los esfuerzos para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

 La ministra de Medioambiente de Brasil, Marina Silva, destacó la importancia de fortalecer el multilateralismo climático y recibió una ovación de pie en la sesión plenaria de clausura (Imagen: Kiara Worth / UN Climate Change, CC BY NC SA)

Se lograron avances en materia de adaptación, ya que la COP30 adoptó el primer conjunto mundial de indicadores para medir los progresos en la adaptación al cambio climático.

Los 59 indicadores se redujeron a partir de una lista de 100 que los expertos habían presentado en los últimos dos años. Ayudarán a mostrar dónde y cómo se están aplicando las medidas de adaptación, y si son suficientes o no. Observadores dijeron a Dialogue Earth que la lista se acordó a puertas cerradas y que se habían eliminado algunos indicadores clave, como por ejemplo uno que mide cómo los gobiernos integran la adaptación en sus políticas públicas. También, según ellos, se debilitó la fuerza de otros puntos.

Los países tampoco dispondrán de financiación para utilizar realmente los indicadores para medir los progresos, algo que han cuestionado los observadores y los negociadores. La negociadora principal de Colombia, Daniela Durán, afirmó en la sesión plenaria de clausura que "el resultado en materia de adaptación es insuficiente" y que la lista de indicadores "no se basa en una decisión inclusiva, ya que no ha habido tiempo suficiente para revisarla".

Además de los indicadores, los países acordaron triplicar el apoyo de los países desarrollados a los países en desarrollo para adaptarse a los efectos del cambio climático, pasando de 40.000 millones de dólares a 120.000 millones de dólares al año. Los países en desarrollo habían pedido que el nuevo objetivo se fijara para 2030, lo que se incluyó en borradores anteriores, pero al final los nuevos fondos tendrán que entregarse antes de 2035.

 La negociadora principal de Colombia, Daniela Durán, afirmó que "el resultado en materia de adaptación es insuficiente" y que"ignora la ciencia" al no abordar los combustibles fósiles (Imagen: Kiara Worth / UN Climate Change, CC BY NC SA)

Hoja de ruta para la financiación climática

El año pasado, en la COP29 celebrada en Azerbaiyán, los países acordaron triplicar la financiación climática de 100.000 millones de dólares a 300.000 millones de dólares al año para 2035, y que los países desarrollados "tomaran la iniciativa" para aportar esos recursos. En la misma conferencia, los países también acordaron elaborar una hoja de ruta sobre cómo alcanzar los 1.3 billones de dólares anuales para 2035. Los fondos para este objetivo más ambicioso provendrían de "todas las fuentes", es decir, no solo de los gobiernos desarrollados, sino también de fuentes privadas, bancos multilaterales de desarrollo y otras vías.

Esa hoja de ruta se presentó en Belém. Las medidas que sugería incluyen impuestos internacionales sobre las emisiones de carbono y sobre el transporte aéreo y marítimo, reformas de la arquitectura financiera mundial y el uso de canjes de deuda para la acción climática.

Mirá también: La hoja de ruta Bakú-Belém, entre la esperanza de financiamiento y la falta de un rumbo claro

El texto final de la COP30 "decide avanzar urgentemente en las acciones" para aumentar la financiación hasta alcanzar el objetivo de 1.3 billones de dólares. También "destaca la urgente necesidad" de alcanzar al menos 300.000 millones de dólares al año para los países en desarrollo para 2035.

El texto también creó un programa de trabajo de dos años sobre financiación climática y acordó organizar una mesa redonda ministerial de alto nivel. Carola Mejía, coordinadora de justicia climática de LATINDADD, una red de la sociedad civil latinoamericana, dijo que estas decisiones "solo se suman a un proceso burocrático que, en 30 años, no ha logrado resolver una crisis urgente que se cobra vidas, se agrava cada día y para la que se está acabando el tiempo".

Grandes expectativas, pocos resultados en materia forestal

La presidencia brasileña había presentado el Fondo Bosques Tropicales para Siempre como una de las iniciativas emblemáticas de esta COP. Sin embargo, no recibió el apoyo que la presidencia esperaba, ya que solo se recaudaron alrededor de 5600 millones de dólares de los 10.000 millones inicialmente previstos.

A diferencia de los fondos de conservación tradicionales, que dependen de subvenciones temporales o basadas en proyectos, este fondo está diseñado para ser un fondo de inversión permanente y autofinanciado, destinado a reembolsar a los inversores y recompensar a los países por conservar sus bosques.

Brasil e Indonesia se comprometieron a aportar 1000 millones de dólares cada uno, Alemania 1150 millones y Noruega 3000 millones. Sin embargo, varios países desarrollados no hicieron compromisos sustanciales. Francia prometió solo 500 millones de dólares, mientras que el Reino Unido no prometió nada.

Informes anteriores habían indicado que China probablemente asumiría compromisos financieros, pero al final el país ofreció apoyo en lugar de dinero.

"Es posible que China tenga una serie de preguntas sobre el diseño y el funcionamiento del fondo, en particular sobre si realmente ofrecerá el rendimiento de la inversión prometido", afirma Li Shuo, director del China Climate Hub del Asia Society Policy Institute. Es probable que China considere que los países desarrollados deberían haber tomado la iniciativa en cuanto a los compromisos financieros.

Al principio de la conferencia, el presidente Lula había pedido que se incluyera en el texto de la COP30 una hoja de ruta para detener la deforestación. Eso no sucedió. El texto final "destaca" la importancia de detener y revertir la deforestación y la degradación forestal para 2030, sin hacer referencia a ninguna hoja de ruta.

 Un trabajador cosecha bayas de açaí cultivadas en un proyecto agroforestal en Salvaterra, en el estado de Pará, Brasil (Imagen: Marcelo Camargo / Agência Brasil)

Minerales críticos omitidos en los últimos días

Una de las decepciones de la COP fue que no se incluyeran referencias a minerales críticos, como el litio, el cobalto y el cobre, en la vía de negociación del Programa de Trabajo para una Transición Justa.

Esto sucedió a pesar del apoyo expreso de bloques negociadores como el Grupo Africano de Negociadores, la Alianza de Pequeños Estados Insulares y el Grupo de Integridad Ambiental, así como de países del Sur Global como Sudáfrica, Tanzania, Etiopía y Uruguay, y de la presión concertada de las organizaciones de la sociedad civil.

A fecha de 18 de noviembre, el borrador del texto del programa incluía dos puntos sobre los minerales críticos, uno en el que se hacía hincapié en los "riesgos sociales y medioambientales asociados a la ampliación de las cadenas de suministro", como los derivados de la minería, y otro en el que se destacaba la necesidad de una minería y un procesamiento "responsables" de los minerales. Sin embargo, en la versión final, publicada el 21 de noviembre, se eliminaron ambas referencias.

"Los minerales son la columna vertebral del abandono de los combustibles fósiles; dejar su gobernanza fuera de la planificación de una transición justa socavará los esfuerzos para acelerar las energías renovables para 2030, un objetivo clave que ya ha fijado la COP", afirmó Antonio Hill, asesor del Natural Resource Governance Institute, una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos.

La principal oposición a la inclusión de los minerales críticos en el texto provino de China, cuyas empresas mineras y metalúrgicas dominan las cadenas de suministro mundiales de este tipo de minerales. La delegación china argumentó que no debía incluirse ninguna mención debido a la falta de acuerdo sobre la definición de minerales críticos, según informaron observadores a Dialogue Earth.

Una fuente cercana a la delegación china afirmó que el país no estaba preparado para debatir la cuestión, ya que no esperaba que se planteara con tanta fuerza en el contexto de las negociaciones climáticas de la ONU. Además, consideraba que la redacción propuesta perjudicaba los intereses empresariales chinos y beneficiaba a la UE.

 Un camión con mineral de cobre en la mina Zaldívar, en la región de Antofagasta, en el norte de Chile (Imagen: Antofagasta Minerals / Flickr, CC BY NC ND)

Medidas comerciales unilaterales

El texto final de la COP30 afirma que las partes "deberían cooperar" para promover un sistema económico "favorable y abierto". Señala que las medidas adoptadas para hacer frente al cambio climático "no deberían constituir un medio de discriminación arbitraria o justificable ni una restricción encubierta" del comercio. También pide que se celebren dos diálogos en 2027 y 2028, con la participación de la Organización Mundial del Comercio y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, para debatir las barreras comerciales y aumentar la cooperación internacional.

En un evento paralelo del Pabellón de China sobre "Colaboración empresarial y transición justa", Wang Mou, de la Academia China de Ciencias Sociales, afirmó que las medidas unilaterales, como el impuesto sobre el carbono de la Unión Europea, denominado Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés), son preocupantes.

"Se supone que los flujos financieros deben desplazarse de los países desarrollados a los países en desarrollo. Sin embargo, medidas unilaterales como el CBAM pueden invertir esta tendencia, provocando que el dinero fluya de los países en desarrollo hacia los países desarrollados", afirmó.

China no fue la única en expresar su oposición a las medidas comerciales unilaterales en la COP de este año. Otras economías en desarrollo, como Pakistán, Vietnam y Turquía, también manifestaron su preocupación. El 7 de noviembre, la presidencia de la COP puso en marcha el Foro Integrado sobre el Cambio Climático y el Comercio, una nueva iniciativa para abordar cuestiones relacionadas con el clima y el comercio, que actualmente no tienen un lugar claro en el sistema de las Naciones Unidas. El foro será independiente, pero estará vinculado a los procesos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Organización Mundial del Comercio. El jefe de la delegación china, Li Gao, recibió con satisfacción la nueva iniciativa.

Un mecanismo de transición justa

Durante la primera semana de negociaciones, el Grupo de los 77 y China pidió el establecimiento de un nuevo mecanismo de transición justa, que incluiría financiación, apoyo tecnológico y creación de capacidad.

La propuesta fue bien recibida por la Alianza Independiente de América Latina y el Caribe, el Grupo Africano, los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo Afines, la Asociación de Pequeños Estados Insulares y el Grupo Árabe. Sin embargo, se enfrentó a la oposición principalmente de las economías desarrolladas, que argumentaron que un nuevo mecanismo duplicaría las instituciones existentes del Acuerdo de París y añadiría complejidad burocrática.

El texto final de la COP30 creó dicho mecanismo para "mejorar la cooperación internacional, la asistencia técnica, el desarrollo de capacidades y el intercambio de conocimientos, y permitir transiciones equitativas, inclusivas y justas". Ahora, los países tendrán que elaborar los detalles del mecanismo antes de la COP31.

Teresa Anderson, responsable mundial de justicia climática en ActionAid International, afirmó que se trata de un importante legado para el mundo: "Es una gran victoria para los trabajadores, las mujeres y los grupos de la sociedad civil que vinieron a pedir un marco que garantice que la acción climática también proteja los puestos de trabajo y mejore la vida de las personas".

*Publicado originalmente en Dialogue Earth