Venezuela necesita más energía solar ante la previsión de apagones
¿Ayudarán las inversiones extranjeras a restablecer la fiabilidad energética en un país donde los cortes de electricidad son cotidianos?
En agosto de 2024, Venezuela quedó en total oscuridad por un apagón nacional. El "Plan de Administración de Cargas", a través del cual se realizan cortes eléctricos programados de cuatro horas por turnos en distintas regiones para reducir la presión sobre el sistema eléctrico, no ha evitado que los sistemas de generación y distribución se saturen, causando apagones no programados que se pueden alargar por días.
Recientemente, el gobierno implementó nuevas restricciones para generar ahorro energético, al ordenar a todas las oficinas públicas, entre marzo y mayo de 2025, a trabajar solamente medio día, debido a "la emergencia climática que ha conllevado al aumento de temperaturas a escala mundial (...) que afecta el nivel de agua de los embalses que generan la energía eléctrica en la región andina".
Aun así, en mayo, el presidente Nicolás Maduro volvió a señalar a la oposición e incluso a Anonymous, un colectivo global de hackers cuya afiliación es completamente desconocida, de ser responsables de un ataque a la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, que genera el 50% de la electricidad del país.
Varios expertos afirman que los cortes de electricidad no se deben a sabotajes, sino a la deforestación en torno a las instalaciones hidroeléctricas, su falta de mantenimiento y mala gestión. Estos problemas persisten seis años después del apagón de una semana que se produjo en 2019, que dejó sin electricidad a varios estados durante cinco días y marcó el inicio de una era de cortes programados, que continúan hoy en día.
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El sistema eléctrico de Venezuela depende principalmente de la energía hidroeléctrica en el sur del país, especialmente de enormes represas rodeadas de bosques primarios.
Aunque el sistema había funcionado de manera eficiente durante décadas, con el respaldo de centrales eléctricas de gas y petróleo y una gestión privada, en 2007 se inició un proceso de nacionalización bajo el mandato del expresidente Hugo Chávez. Esto provocó problemas como la falta de inversión y la pérdida de empleados con experiencia tras la politización de la gestión por parte de funcionarios sin conocimientos del sector energético.
Ahora, los apagones eléctricos son parte de la realidad venezolana, lo que ha llevado a que miles de personas hayan adquirido productos que hace años eran impensables: plantas eléctricas, bombillas recargables y cargadores solares para celulares.
¿Un futuro solar en Mérida?
En junio de 2024, en el marco de su campaña para las elecciones presidenciales, Maduro anunció desde Mérida, en el noroeste del país, un plan para generar 3000 GW de energía solar en los Andes venezolanos, con el apoyo de Turquía, Rusia, India y China.
Tras proclamar su controvertida victoria en las elecciones, Maduro utilizó una transmisión televisiva para inaugurar oficialmente el pasado enero un proyecto de menor envergadura: una planta solar situada en El Vigía, una ciudad en el noroeste del estado de Mérida, con 1207 paneles "ensamblados en territorio venezolano". Marielys Sacipa, gerente territorial de la empresa estatal de energía eléctrica Corpoelec Mérida, afirma que es el proyecto solar más grande de Venezuela. La planta suministra electricidad a los sistemas de bombeo que abastecen de agua a 47 bloques de apartamentos y a más de 2200 familias.
Un teleférico en Mérida. El estado alberga zonas con uno de los potenciales fotovoltaicos más bajos del país (Imagen: Juergen Ritterbach / Alamy)
Después del anuncio presidencial, el gobernador de Mérida Jehyson Guzmán firmó un convenio con la empresa china Green Full para iniciar la construcción de otra granja solar, la "más grande de Venezuela", según Guzmán, con 94.000 paneles solares que generarán 50 MW, lo que permitiría cubrir el al menos el 40% de la demanda eléctrica del estado.
Este nuevo proyecto se instalará en la central térmica Don Luis Zambrano, en El Vigía, que ha estado plagada de problemas desde su inauguración en 2014. A pesar de una inversión de al menos 31 millones de dólares en 2018, está inactiva desde abril de 2020. Representantes de la empresa recorrieron las instalaciones junto con las autoridades locales. Sin embargo, no se proporcionó información sobre el monto de la inversión de Green Full ni otros detalles del proyecto.
Lo curioso de Mérida es que tiene el menor potencial fotovoltaico en promedio del país, de acuerdo a Global Solar Atlas. Nadie con quien Dialogue Earth habló pudo identificar por qué se eligió este lugar para estas inversiones en energía solar.
Granjas solares sin energía
En varias ocasiones, políticos han afirmado que nuevas plantas solares son las primeras de Mérida y también las más grandes. Pero la primera fue en realidad un proyecto de 2009 lanzado como parte del programa Sembrando Luz de Hugo Chávez para llevar la energía solar y eólica a zonas remotas.
Una de las primeras comunidades rurales beneficiadas por Sembrando Luz fue El Quinó, en el Parque Nacional Sierra Nevada. En noviembre de 2024, Fundelec publicó en sus redes sociales un reporte del mantenimiento que habían hecho a este sistema que beneficia a unos 200 habitantes. Pero más no se sabe.
Otras instalaciones similares en Mérida no han tenido la misma suerte. En Páramo de Los Conejos, una comunidad rural situada a ocho horas a pie de la capital del estado, se instaló en 2013 un sistema de generación de energía eólica y solar que, según la Corporación Nacional de Electricidad, tenía como objetivo beneficiar a 150 personas, con un costo de más de 250.000 dólares.
Dialogue Earth conoció que el sistema funcionó al 100% hasta enero de 2023, pero que actualmente solo genera electricidad para una escuela y cuatro viviendas, debido a la falta de mantenimiento, el uso indebido y la falta de equipos de repuesto.
Esos no son todos los obstáculos para aprovechar la energía solar en Mérida. A la granja de El Vigía -inaugurada oficialmente por Maduro en enero, pero que en realidad había comenzado a funcionar el año pasado- le faltan las baterías que permiten almacenar la energía para mantener su distribución cuando no brilla el sol. "Después de inaugurar los paneles, ellos [el gobierno] dijeron que traerían las baterías, pero ya ha pasado casi un año", dijo un vecino que pidió permanecer en el anonimato por temor a represalias.
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Además, tampoco tuvo una instalación completa. "En mi torre no ha funcionado porque no se hizo la conexión al sistema de bombeo de agua. En mi opinión, es otro ‘elefante rojo' que fue presentado con bombos y platillos, pero terminó sirviendo a un grupo muy minoritario de habitantes", dijo otra vecina.
El gobierno, al que a menudo se acusa de falta de transparencia, no ha publicado información sobre la inversión, el equipamiento ni las empresas que participan en el proyecto.
En enero de 2025, el gobierno venezolano inauguró un parque de paneles solares en El Vigía, en el noroeste del estado de Mérida, pero no instaló las baterías necesarias para almacenar la energía cuando no hay luz solar (Imagen: anónimo)
En febrero de 2023 el gobernador de Mérida presentó la "primera planta pública de paneles solares" en la zona rural Llano de El Anís. Este pequeño "proyecto piloto", que funciona con solo 40% de su capacidad, consta de 135 paneles solares y genera electricidad solo para 17 viviendas, un centro de salud y una escuela.
Pese a que el gobernador dijo durante la inauguración que "aún se pueden conectar más viviendas y el sistema de alumbrado público", más de dos años después sigue en "fase de arranque". Dialogue Earth visitó la zona e intentó tramitar el ingreso a la planta pero no fue autorizado.
Lentitud y fracaso de la transición energética
Entre 2005 y 2009, bajo el programa Sembrando Luz se instalaron 850 sistemas fotovoltaicos en escuelas, puestos de salud, centros comunitarios y puestos fronterizos en comunidades aisladas de Venezuela. Asimismo, se electrificaron 1899 viviendas, 294 potabilizadoras, bombas y desalinizadoras de agua, como Dialogue Earth ha reportado.
El programa atendió a 202.000 personas en 932 comunidades sin electricidad. Sembrando Luz más tarde instaló 2.000 sistemas fotovoltaicos entre 2009 y 2011. Los dos años siguientes apenas reportó 200 sistemas y finalmente solo 50 en 2013. La caída de los precios del petróleo acabó con el mismo.
Esto coincide con un abandono de grandes proyectos de transición energética, como los parques eólicos de Paraguaná, La Guajira y Margarita, que tras la inversión de miles de millones de dólares, han sido desvalijados y abandonados, por lo que apenas producen electricidad. O la granja solar instalada en 2015 por una empresa china en la paradisíaca isla caribeña de Los Roques, que tras ochos años abandonada y sin generar electricidad, el gobierno anunció que reactivaría.
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Las pérdidas de inversiones de China en Venezuela son amplias, llevando al país a paralizar nuevos desembolsos y créditos a partir de 2016. Un reportaje de CONNECTAS reveló 17 distintos proyectos en los que se han perdido 22 mil millones de dólares. En marzo de 2025, un informe de Transparencia Venezuela reveló que para finales de 2024 muy pocos proyectos de combustibles fósiles respaldados por China estaban produciendo: solo dos lo hacían, pero muy por debajo de sus objetivos.
Llegan los paneles a El Vigía
En abril de 2025, Sacipa informó a través de su cuenta en Instagram que especialistas chinos habían regresado al lugar donde se instalarán los paneles solares en alianza con Green Full, como parte de la primera fase que llevará "varios meses".
El 29 de mayo Sacipa publicó otro reel donde se ven containers recorriendo una carretera: allí irían los 94.000 paneles solares que se instalarán con el apoyo de China. Aunque no se aclara si fueron fabricados o importados.
Aunque Venezuela cuenta con su propia fábrica de paneles solares y turbinas eólicas, la Unidad de Energía Renovable de Venezuela (Unerven), su producción es tan escasa que, para cumplir con las promesas de la nueva granja solar en Mérida, tendrán que importar al menos algunos paneles. Así lo afirma la presidenta del Consejo Venezolano de Energía Renovable, Ariadne Serrano, y una investigación de Climate Tracker.
Tras las elecciones regionales celebradas en mayo, Mérida tiene un nuevo gobernador, Arnaldo Sánchez. Esto significa que el deseo de su predecesor de construir una central nuclear en la región andina, respaldada por China y Rusia, queda en el aire. Queda por ver qué futuro les depara a otros proyectos en la zona.
Lo que sí parece seguro es que continuarán los apagones. En mayo de 2025 se terminó la licencia que permitía a Chevron extraer petróleo en Venezuela, que no solo producirá una pérdida entre 150 y 200 millones de dólares al mes, aumentando la presión inflacionaria y la tasa de cambio, sino que también recortará la oferta de diluyentes y combustible, esencial para poner en funcionamiento las termoeléctricas. Esto porque otras compañías que operaban en siete pozos petroleros también paralizaron sus actividades.
En Mérida se están creando oportunidades de generar energía solar, sostenible y limpia, pero está por verse si será de forma continua o volverá a caer en el olvido.