La primera fábrica de paneles solares de Argentina se prepara para producir
La fábrica, ubicada en la provincia de San Juan, entrará en funcionamiento este año, con inversión estatal y tecnología importada de China
Para el final de este año, Lucas Estrada aseguró que la primera fábrica de paneles solares de la Argentina comenzará a fabricar piezas. Él es el presidente de Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE), la compañía estatal que se encarga de impulsar y administrar la producción, transporte y distribución de energía en San Juan, provincia cercana a la cordillera de los Andes.
En esa provincia, el centro económico está vinculado con la minería, en especial la de oro y plata, aunque ahora se pretende incursionar hacia minerales estratégicos para la transición energética, como el cobre. Son menos de un millón de habitantes en la provincia, con 4838 puestos de trabajo asociados a la minería en 2024. Según datos de 2023, fue la segunda provincia con más exportaciones mineras entre 2019 y 2023.
Dialogue Earth habló con varios representantes tanto de EPSE como del sector minero, quienes consideran que la generación de energía renovable y la fabricación de tecnología limpia son un complemento sólido para el sector minero en la provincia. "Tenemos una de las mejores radiaciones del mundo. De las más potentes. Nos podemos convertir en un nodo de la industria renovable acá", afirma Estrada.
Por esto y por una decisión política es que hoy casi el 66,4% de la potencia instalada para la red eléctrica de San Juan es solar, según datos recopilados por Dialogue Earth de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que gestiona el mercado mayorista de electricidad de Argentina. El resto se divide entre grandes hidroeléctricas y, en menor proporción, pequeñas. "Solamente tenemos una central térmica de 30MW que funciona en periodos de alta demanda, pero no es una central que esté encendida todo el año", precisó Estrada.
Estrada aseguró que desde 2017, San Juan dejó de ser importador de electricidad y se convirtió en un exportador neto. Según el presidente de EPSE, en balance, entre el día y la noche, esta provincia tiene números verdes. Más que el abastecimiento, ahora buscan aumentar la potencia. Su principal objetivo está centrado en la minería y en la energía que requiere. Así está expuesto en el Proyecto Solar San Juan, el plan integral de gobierno que arrancó en 2007 para aprovechar la superadora heliofanía de la zona.
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"Iremos transformando la economía de San Juan para invertir los recursos de la minería en energías renovables", afirma Estrada, cuyos hitos incluyen la finalización del primer parque eólico, los mapas solar y eólico de la provincia y la próxima fábrica de paneles solares.
Construido en 2011, el parque solar San Juan 1 fue el primer parque solar conectado a la red eléctrica en Sudamérica. Hoy en día, sirve como campo de pruebas para nuevas tecnologías solares. En la provincia de San Juan, algo más del 66% de la capacidad instalada para la red eléctrica es solar (Imagen: Matías Avramow)
En 2011 abrieron el primer parque solar de Sudamérica, el San Juan 1. A la fecha, hay 21 parques solares en operación y cinco en construcción. La gran mayoría de ellos fueron construidos en asociación con empresas privadas. Ellos arriendan los terrenos, y las compañías construyen y administran la operación. Pero en el caso de la fábrica de paneles solares, la situación es otra. De origen, tenía el objetivo de abastecer de infraestructura y de abaratar costos para ampliar la red que tiene la provincia, aunque Estrada dice que también pretenden exportar ciertos componentes que hagan allí y entablar una relación con jugadores estratégicos, en especial con China, Europa y Estados Unidos.
La fábrica
Esta fábrica producirá eventualmente paneles solares con partes importadas y luego celdas, obleas de silicio y lingotes. Los lingotes y obleas son básicamente solo distintas formas en las que este mineral se presenta y que es fundamental para la fabricación de celdas. Cada celda se interconecta una al lado de la otra hasta armar un panel. Los paneles son la versión final del proceso para suministrar a los parques que transformen la luz del sol en electricidad.
San Juan proyecta producir 800.000 paneles al año, lo que en potencia equivaldría a 450 MW. "De hecho, nuestro plan es duplicar la producción en el corto plazo, llegar a ser una Giga Factory. El edificio está pensado para que sea posible duplicar la maquinaria y llegar a 1 gigawatt (GW) dentro de poco", vaticinó Estrada.
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La planta se divide en dos etapas. La fábrica de paneles solares y la de lingotes, obleas y celdas. En una recorrida que Dialogue Earth hizo en abril, pudo dar cuenta de que la parte que producirá los paneles está casi lista. "Estamos haciendo test de calidad de una última máquina y podría empezar a producir pronto", comentó Estrada. El mes tentativo es septiembre, pero desde el año pasado habían anunciado su inauguración. Reconocen que hay factores que podrían postergar unos meses la apertura oficial, aunque aseguran que este año ocurrirá. La segunda etapa, la de las celdas, vendrá después.
La línea de fabricación de lingotes, obleas y celdas de la planta de EPSE aún no se ha desembalado ni instalado. La otra parte de la instalación, donde se ensamblan los paneles solares a partir de materiales importados, está casi totalmente operativa (Imagen: Matías Avramow)
Martín Dapelo, miembro de la comisión directiva de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), explicó que esta segunda etapa sería única en la región. "Hay laminadoras en Brasil, pero no conozco fábricas de celdas en América Latina", detalló. Por ahora, los componentes para ensamblar los paneles serán importados principalmente de China. Otros dispositivos como las baterías y los conversores de corriente no serán construidos en San Juan y serán también importados de China.
El proyecto solar de EPSE y la propia empresa están atravesados por el rol que China tiene en el mercado global de renovables, y en particular en la industria fotovoltaica. San Juan, como el resto de la Argentina y para tal caso de la región, importa todos componentes de infraestructura fotovoltaica, casi exclusivamente de China. De acuerdo con The Economist, en 2021 el 99% de los paneles solares provenía de allí.
Power China es el principal proveedor. Aunque dependiendo del producto, en San Juan también tienen relaciones comerciales con Huawei -conversores de corriente-, Risen Energy -almacenamiento- y Confirmware -maquinaria para la fábrica-. Según Estrada, a pesar de importar gran parte de los materiales de China, la planta podría abaratar los costos del producto final entre un 10 y un 15% en comparación con la importación desde ese país.
Será casi enteramente una fábrica automatizada y requerirá alrededor de 110 operarios. La mayoría del personal será "muy calificado para tareas de operación, mantenimiento y programación de robots". Así lo explicó el presidente de EPSE, que añadió que habrá muchos más trabajos indirectos.
Un brazo robótico de una maquina de layup en la planta de EPSE. Aunque la fábrica estará casi totalmente automatizada, se contratará a unos 110 trabajadores altamente calificados (Imagen: Matías Avramow)
La estatal está asociada a H2 Gemini, una empresa suiza dedicada a la construcción de máquinas para producir paneles solares. "Tanto ellos como otros consultores externos [uno de Estados Unidos y otro de Australia] nos han visitado y hemos viajado para formarnos. También viajamos a China", detalló Estrada, que aseguró que la relación con China es fuerte. Al momento de la entrevista, un operario y un ingeniero se preparaban para viajar para hacer un "pruebas de fábrica" de máquinas que compraron allí.
El presidente de EPSE planteó que, dentro de un marco global de tensiones comerciales, San Juan se maneja con naturalidad entre sus socios chinos y estadounidenses. La fábrica se abastecerá en gran medida de materiales chinos, aunque Estrada espera firmar acuerdos con Estados Unidos para la importación de silicio. "Eventualmente, pretendemos también exportar a Estados Unidos", explicó Estrada. A pesar de reconocer que no podrían competir con los precios chinos en este momento, el ingeniero dice que la guerra arancelaria pone a San Juan como un jugador estratégico. "Ellos necesitan muchas fábricas fuera de China y realmente fábricas de paneles de alta calidad no hay muchas", añadió.
Durante este año, tanto Estrada como el gobernador provincial, Marcelo Orrego, se reunieron con representantes de empresas y con los gobiernos de Europa, Estados Unidos y China. En mayo, Orrego se reunió con el embajador de la Unión Europea Amador Sánchez Rico y representantes diplomáticos de otros 22 países del bloque para presentar a San Juan como un nodo comercial de sectores clave. Hizo énfasis en la electromovilidad y en la transición energética. Esto mismo reprodujo con los gobiernos de Biden y ahora de Donald Trump. Fue el único gobernador en asistir a la toma de posesión de Trump.
A Juliana González, especialista de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en el análisis de China y sus vínculos económicos y financieros con los países de América Latina, le llama la atención la pretensión de la provincia de estrechar vínculos con estos dos actores. "Estados Unidos está de salida en el juego del litio en la Argentina. No veo muchas empresas estadounidenses interesadas en renovables", comentó. "Estados Unidos presiona mucho y a los países sudamericanos también, pero no ofrece nada. En cambio, Power China viene recorriendo mucho las provincias y ofreciendo contratos. También ofrece precios, financiamiento y know how", añadió.
El vínculo con China
China, desde hace poco más de una década, fue uno de los principales factores del desplome de los precios de los paneles solares en el mundo. Lo que a principios del siglo llegaba a 6.4 dólares el vatio, para 2023 costaba 31 centavos. Según la Agencia Internacional de Energía, para 2023, China dominaba un 80% de la producción de todos los componentes requeridos para la producción de paneles solares. Esto incluye lingotes, obleas y celdas, módulos y silicio.
En Argentina, el país se insertó en el mercado fotovoltaico a partir de una serie de licitaciones durante el gobierno del expresidente Mauricio Macri entre 2015 y 2018. "Las licitaciones las ganan en especial un cúmulo de empresas españolas, pero también chinas. Fue la puerta de entrada de China en el sector renovable", explicó González. Un ejemplo es el parque solar Cauchari en la provincia de Jujuy, que fue financiado en un 85% por capitales chinos.
A principios de año, San Juan, a través de EPSE, firmó un memorándum de entendimiento con Shanghai Electric, parte del grupo Power China. González explicó que fue para que se genere un crédito blando para que se financie energía solar, eólica y sistemas de almacenamiento. En especial están vinculados al desarrollo del parque Tocota, que está a unos kilómetros de la ciudad de San Juan.
Para González, el interés de la provincia por China es una consecuencia natural de su expansión hacia las energías renovables. "Aunque veo un aceleramiento de su inserción de mercados alternativos al estadounidense con la guerra arancelaria con Trump", advirtió.
El interés de mercados estratégicos como el energético es uno que se extrapola a otras partes de la región, como el caso brasileño, el peruano o el chileno. "Hay una cuestión de carrera tecnológica y acceso a los recursos que también se está acelerando sobre la región", comentó González.
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Además, destaca la importante influencia china en el desarrollo de la industria de las energías renovables en Argentina. En particular, describe una tendencia especialmente prevalente en los proyectos eólicos del país: los contratos de ingeniería, adquisición y construcción (EPC, por sus siglas en inglés), un acuerdo en el que empresas como Power China "básicamente se encargan de todo el proceso de construcción e instalación", explica.
Estos acuerdos presentan ciertas desventajas para Argentina. "No hay colaboración con empresas argentinas, ni transferencia de tecnología, ni transferencia de conocimientos técnicos. La empresa llega, se instala y utiliza sus propios materiales", afirma González. Sin embargo, señala que la fábrica de EPSE no entra en esta categoría, ya que "hay un proceso de aprendizaje y [transferencia de] conocimientos técnicos" en el proyecto. Además, al tratarse de un parque totalmente estatal, "la lógica de la negociación es diferente a la de los casos en los que se aplica el contrato de EPC", señala.
Pero aunque su papel en EPSE puede ser beneficioso para la provincia, González señala que la promoción del sector de las energías renovables por parte de China en la región y en el resto del país no significa que apoye puramente la transición energética. Cita como ejemplo los planes de la empresa estatal china PetroChina de establecer operaciones y explorar oportunidades de negocio en la región rica en petróleo y gas de Vaca Muerta a finales de este año.